Ciudad
del Vaticano, 5 noviembre 2013
(VIS).- El cardenal Péter Erdő, arzobispo de Esztergom-Budapest
(Hungría), el obispo Lorenzo Baldisseri, y el arzobispo Bruno
Forte, arzobispo de Chieti-Vasto (Italia), respectivamente Relator
General della III Asamblea General Extraordinaria del Sínodo de los
Obispos, Secretario General del Sínodo de los Obispos y Secretario
especial de dicha asamblea extraordinaria han presentado esta mañana
en la Oficina de Prensa de la Santa Sede el documento preparatorio de
la III Asamblea General Extraordinaria del Sínodo de los Obispos
cuyo tema es “Los desafios pastorales sobre la familia en el
contexto de la evangelización” que tendrá lugar en el Vaticano
del 5 al 19 de octubre de 2014.
El
obispo Baldisseri ha explicado que “la temática de este Sínodo...
se inserta en una ruta de trabajo en dos etapas: la primera es,
precisamente, la Asamblea General Extraordinaria de 2014 cuyo
propósito es precisar el status quaestionis y recoger testimonios y
propuestas de los obispos para anunciar y vivir el Evangelio con
credibilidad para la familia; la segunda es la Asamblea General
Ordinaria, prevista para 2015 , cuyo fin es fin individuar las
líneas operativas para la pastoral de la persona humana y de la
familia”.
Después
ha recordado que si bien el proceso de elaboración de cada asamblea
sinodal comienza con una consulta entre los diversos organismos que
son interpelados sobre el tema en cuestión, en este caso , sin
embargo , “este proceso se desarrolla en formas particulares , sea
porque la metodología sinodal se encuentra en la actualidad en un
momento de revisión general , sea porque se trata de una Asamblea
Extraordinaria”
En
cuanto a la renovación metodológica ,” la idea es hacer que la
institución sinodal sea un instrumento real y efectivo de comunión
a través del cual se exprese y se realice la colegialidad deseada en
el Concilio Vaticano II. De hecho , con este fin , es voluntad del
Santo Padre potenciar también la actividad de la Secretaría General
del Sínodo de los Obispos para que pueda cumplir adecuadamente su
misión de promover la colegialidad episcopal, cum Petro e sub Petro
, en el gobierno de la Iglesia universal. Esto implicará no sólo
cambios estructurales y de naturaleza metodológica del proceso
sinodal , sino también la adaptación funcional de la Secretaría
General , incluyendo la recuperación del espacio físico de su
sede”.
Por
lo que se refiere al carácter extraordinario de la próxima
asamblea sinodal es de señalar que “este tipo de sínodos
responden a la necesidad de tratar una materia que “a pesar de
referirse al bien de la Iglesia universal, exija una rápida
definición; Es evidente que la crisis social y espiritual del mundo
actual afecta a la vida familiar y crea una verdadera urgencia
pastoral que justifica la convocatoria de una Asamblea General
Extraordinaria”.
El
cardenal Erdo ha observado que en el Documento preparatorio “la
familia aparece como una realidad que desciende de la voluntad del
Creador y constituye una realidad social. Por lo tanto, no es una
mera invención de la sociedad humana, mucho menos de cualquier poder
puramente humano, sino más bien una realidad natural, que ha sido
elevada por Cristo Nuestro Señor en el contexto de la gracia
divina...El documento, así como la Iglesia misma, une estrechamente
la problemática de la familia con la de matrimonio”.
El
purpurado ha pasado revista a todas las cuestiones abordadas en el
texto, desde la preparación para el matrimonio y la evangelización
de los cónyuges y de sus familias, a las uniones de hecho sin
reconocimiento religioso o civil, a la situación de los divorciados
católicos que se han vuelto a casar o a las uniones entre personas
del mismo sexo, pasando por los procedimientos de nulidad
matrimonial. Sin embargo, ha afirmado, todo el cuestionario “se
coloca en un contexto más elevado: más allá de los problemas
existentes abre el horizonte hacia el reconocimiento del hecho de que
la familia es un verdadero don del Creador a la humanidad”.
Por
último, el arzobispo Bruno Forte ha recordado que el enfoque para
abordar los desafíos de la vida familiar en la actualidad es el que
el beato Juan XXIII anotaba en su diario poco antes de la apertura
del Concilio Vaticano II "Mirar todo a la luz del ministerio
pastoral , es decir: almas que salvar y que construir". “No se
trata, en definitiva- ha dicho-, de debatir asuntos de doctrina, por
otra parte explicadas ya por el Magisterio también reciente...La
invitación que deriva para toda la Iglesia es escuchar los problemas
y expectativas que están viviendo hoy en día tantas familias,
mostrase cerca de ellas y ofrecerles de forma creíble la
misericordia de Dios y la belleza de la respuesta a su llamada”
No hay comentarios:
Publicar un comentario