Ciudad
del Vaticano, 17 de septiembre 2013 (VIS).- El Papa Francisco
encontró ayer en la basílica de San Juan de Letrán al clero de la
diócesis de Roma, de la que es obispo. En un clima de gran
cordialidad y confianza, el Santo Padre pidió a los sacerdotes que
le preguntasen lo que quisieran con absoluta libertad y respondió a
sus preguntas, afirmando que, ante todo, se sentía sacerdote y que
ahora que es Papa le daría miedo sentirse diverso. “Tengo miedo de
que, como el diablo es astuto -dijo- ... y te hace sentir que ahora
tienes el poder y puedes hacer esto o lo otro... Pero, gracias a
Dios, aún no soy así y si alguna vez veis que he perdido esto,
por favor, decidmelo y si no me lo podéis decir en privado,hacedlo
en público, pero hacedlo: “Oye, ¡conviértete!”. ¿Está
claro, no?”.
Francisco
habló también del cansancio de los sacerdotes porque su trabajo es
duro .”Existe una fatiga del trabajo que todos conocemos; llegamos
a la noche cansados de trabajar y pasamos por el Tabernáculo para
saludar al Señor, que es algo que hay que hacer siempre ... Cuando
un sacerdote está en contacto con su gente, se fatiga, pero duerme
bien; en cambio cuando un sacerdote no está en contacto con su
gente, se cansa pero duerme mal.. Hay que estar siempre en contacto
con la gente, que realmente tiene tantas necesidades, pero son las
necesidades de Dios, que requieren un esfuerzo serio”.
Pero
hay otro cansancio que es “el cansancio del corazón” que suele
surgir para los sacerdotes en el último tramo de su existencia
cuando vuelven la vista atrás y “en el momento en que tendrían
que ver un triunfo, ven, en cambio el cansancio.. y se interrogan
sobre su vida, sobre el camino recorrido y piensan en las renuncias,
en los hijos que no han tenido y se preguntan si se han equivocado,
si su existencia ha fracasado”. El Papa ha recordado, entonces,
la fatiga de tantas figuras de la Biblia, de Moisés a Elías , de
Jeremías, hasta Juan el Bautista que ,en la "prisión oscura "
vive " la oscuridad del alma", y envía a sus discípulos a
preguntar a Jesús si es El a quien están esperando . “¿Qué
puede hacer entonces un sacerdote que vive la experiencia de Juan el
Bautista? : Rezar, hasta quedarse dormido delante del Tabernáculo,
pero quedarse allí”. Y luego: “Buscar la proximidad con los
otros sacerdotes " y, también, con los obispos.
Respondiendo,
después a una pregunta sobre el servicio pastoral, Francisco reiteró
que no se debe "confundir la creatividad con hacer cosas
nuevas. La creatividad , dijo, “es buscar el camino para anunciar
el Evangelio y... esto no es fácil. No se trata sólo de cambiar
las cosas. Es algo distinto, viene del Espíritu y pasa por la
oración y el diálogo con la gente, con los fieles”. El Papa
recordó una experiencia cuando era arzobispo de Buenos Aires y un
sacerdote,buscaba una manera de hacer su iglesia más acogedora:
“Ah , si pasa tanta gente , tal vez sería bueno que la iglesia
estuviera abierta todo el día ... ¡Buena idea! Y también estaría
bien que hubiera siempre un confesor disponible, ¿no?... Buena idea
! Y así fue " .
Esta
,dijo, es una creatividad audaz . Hay que " buscar nuevos
caminos ". La Iglesia "también el nuevo Código de Derecho
Canónico - añadió - nos da muchísimas posibilidades, mucha
libertad para buscar cosas cómo éstas....Tenemos que , "
buscar los momentos de acogida, cuando los fieles tienen que ir a la
iglesia por una cosa u otra”. Y ha sido muy severo con aquellos
curas que en las parroquias están más preocupados por pedir el
dinero para el certificado que por el Sacramento. Así, observó,
“alejan a la gente”. Lo que hace falta es “una cálida
bienvenida " para que el viene a la iglesia se sienta en su
casa. Que no se sienta explotado... Si la gente ve que hay un interés
económico, se va”.
Francisco
ha propuesto a los curas de Roma la figura del “sacerdote
misericordioso”. Un sacerdote debe acordarse siempre de su primer
amor, Jesús. “Para mí -dijo- es el punto clave: tener la
capacidad de volver siempre con la memoria al primer amor... Una
Iglesia que pierde la memoria es una Iglesia electrónica: no tiene
vida”. Y ha recomendado a los sacerdotes de su diócesis que se
guardasen tanto de los curas rigoristas como de los laxos. El
sacerdote misericordioso en cambio es el que proclama “la verdad de
Dios que es esta verdad, por decirlo así, dogmática o moral, pero
acompañada siempre del amor y de la paciencia de Dios” y por eso
añade: "No te asustes, el buen Dios nos está esperando. Vamos
juntos ". Esto, agregó,"debemos tenerlo siempre en mente:
acompañar. Ser compañeros de viaje “... La conversión “se
cumple siempre en la calle, no en el laboratorio”.
El
Santo Padre se refirió también a los escándalos que han afectado a
la Iglesia afirmando que había que afrontar problemas muy graves
con lucidez pero sin pesimismo porque “la santidad es más grande
que los escándalos”. “La Iglesia no se derrumba... al contrario,
me atrevo a decir que nunca ha estado tan bien y atraviesa un momento
muy hermoso; basta leer la historia. Hay santos reconocidos hasta por
los no católicos, como la Madre Teresa de Calcuta, pero también hay
una santidad diaria de tantas madres y mujeres ,de hombres que
trabajan cada día por su familia que nos llena de esperanza.”
No
faltó en la conversación el tema de las periferias existenciales,
referida esta vez a la situación de los católicos divorciados que
se han vuelto a casar. "El problema - dijo Francisco - no se
puede reducir sólo a si pueden comulgar o no, porque quien plantea
la cuestión en esos términos no entiende cual es el problema
real... Es un problema grave de responsabilidad de la Iglesia hacia
las familias que viven en esta situación... La Iglesia en estos
momentos tiene que hacer algo para resolver los problemas de la
nulidad matrimonial”. El Papa reiteró que abordará este argumento
con el grupo de los ocho cardenales con que se reunirá a primeros
de octubre en el Vaticano y que también se discutirá en el próximo
Sínodo de los Obispos sobre la relación antropológica del
Evangelio con la persona y la familia, para que “sinodalmente se
estudie este problema”. “Ésta -subrayó- es una periferia
existencial real”.
Al
final, en un clima de gran cordialidad, el Papa recordó a sus
sacerdotes que el próximo 21 de septiembre celebrará sus sesenta
años de ordenación sacerdotal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario