Ciudad
del Vaticano, 11 junio 2013
(VIS).-El Papa Francisco ha enviado esta mañana un mensaje grabado a
la Unión Italiana de Ciegos e Hipovidentes y a todas las personas
con discapacidad visual con motivo del período de descanso de 75
invidentes, en su mayor parte ancianos, organizado por esa asociación
en una localidad marítima italiana.
“Se
que alguno de vosotros habría querido venir a Roma -dice el Papa-
¡Gracias a la técnica moderna puedo ir yo donde estáis vosotros!.
Os doy las gracias por vuestra estima, por vuestro afecto y, sobre
todo, por vuestras oraciones”.
“El
Evangelio nos dice que Jesús prestaba a los ciegos una atención
especial. Curó a muchos, junto con otros enfermos. Pero la curación
de las personas privadas de la vista asume un significado
particularmente simbólico: representa el don de la fe. Y es una
señal que nos atañe a todos porque todos necesitamos la luz de la
fe para recorrer el camino de la vida. Por eso el Bautismo, que es el
primer sacramento de la fe, antiguamente se llamaba también
“iluminación”.
“Pido
al Señor que renueve en cada uno de vosotros el don de la fe para
que en vuestro espíritu esté siempre la luz de Dios, la luz del
amor, que da sentido a nuestra vida, la ilumina, nos da esperanza y
nos hace ser buenos y disponibles con nuestros hermanos”.
“Deseo
también todo lo mejor a vuestra asociación, la Unión Italiana de
Ciegos e Hipovidentes. Difundid siempre la cultura del encuentro, de
la solidaridad, de la acogida hacia las personas con discapacidad, no
solamente solicitando las justas previsiones, sino favoreciendo su
participación activa en la vida de la sociedad”.
“Os
confío a todos a la protección de María Santísima, Madre nuestra.
Os pido que recéis por mí y por mi servicio a la Iglesia y os
bendigo de corazón, junto a vuestros seres queridos”.
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