Ciudad
del Vaticano, 4 de mayo 2013 (VIS).-Esta tarde a las 18,00 el Santo
Padre ha tomado posesión de la basílica de Santa María Mayor, con
el tradicional beso al Crucifijo. Es la segunda vez, desde el inicio
de su pontificado que Francisco va a rezar al templo mariano más
antiguo de Occidente y que custodia la imagen de María Salus Populi
Romani, muy venerada en Roma. El 14 de marzo, el día después de su
elección, el pontífice fue a a Santa María Mayor para poner bajo
la bendición de María el ministerio recibido. Esta vez, el primer
sábado de mayo ha querido rezar allí los misterios gozosos del
Rosario.
A
su llegada el Papa ha sido recibido por el cardenal Santos Abril y
Castelló, arcipreste de la basílica que en su saludo ha dicho:”
Queremos acoger cordialmente una petición que es muy frecuente en la
boca de nuestro Papa: “rece, rezad por mí”. Lo haremos en futuro
porque es una línea pastoral que queremos privilegiar en esta
basílica: volver a despertar la fe en el pueblo cristiano con un
doble acento: con un toque mariano y unidos al Papa, haciéndonos eco
frecuente de las palabras y las enseñanzas del Santo Padre... que
nos llevarán a salir hacia las periferias religiosas y humanas,
donde hay tantos lugares que llenar y acompañar”.
En
su homilía el Papa ha subrayado tres aspectos de la maternidad de
María: nos ayuda a crecer, a afrontar la vida y a ser libres.
“Jesucristo,
con su Pasión, Muerte y Resurrección -ha dicho el Obispo de Roma-.
nos trae la salvación, nos da la gracia y la alegría de ser hijos
de Dios, de llamarlo en verdad con el nombre de Padre. María es
madre y una madre se preocupa sobre todo por la salud de sus
hijos.... La Virgen custodia nuestra salud. ¿Qué quiere decir esto?
Pienso sobre todo en tres aspectos: nos ayuda a crecer, a afrontar la
vida, a ser libres.
“Una
mamá ayuda a los hijos a crecer y quiere que crezcan bien, por ello
los educa a no ceder a la pereza - que también se deriva de un
cierto bienestar – a no conformarse con una vida cómoda que se
contenta sólo con tener algunas cosas. La mamá cuida a los hijos
para que... crezcan fuertes, capaces de asumir responsabilidades...
de tender hacia grandes ideales..... La Virgen hace precisamente esto
en nosotros, nos ayuda a crecer humanamente y en la fe, a ser fuertes
y a no ceder a la tentación de ser.. cristianos de una manera
superficial, sino a vivir con responsabilidad, a tender cada vez más
hacia lo alto”
“Una
mamá además piensa en la salud de sus hijos, educándolos también
a afrontar las dificultades de la vida. No se educa, no se cuida la
salud evitando los problemas, como si la vida fuera una autopista sin
obstáculos. La mamá ayuda a los hijos a mirar con realismo los
problemas de la vida y a no perderse en ellos, sino a afrontarlos con
valentía, a no ser débiles, y saberlos superar, en un sano
equilibrio que una madre "siente" entre las áreas de
seguridad y las zonas de riesgo.... Una vida sin retos no existe y un
chico o una chica que no sepa afrontarlos poniéndose en juego ¡no
tienen espina dorsal!... María ha vivido muchos momentos no fáciles
en su vida, desde el nacimiento de Jesús...hasta el Calvario Y como
una buena madre está cerca de nosotros, para que nunca perdamos el
valor ante las adversidades de la vida, ante nuestra debilidad, ante
nuestros pecados: nos da fuerza, nos muestra el camino de su Hijo.
Jesús en la cruz le dice a María, indicando a Juan: "¡Mujer,
aquí tienes a tu hijo!" y a Juan: "Aquí tienes a tu
madre". En este discípulo todos estamos representados”.
“Un
último aspecto: una buena mamá... ayuda también a tomar las
decisiones definitivas con libertad.... Pero, ¿qué significa
libertad? Ciertamente no es hacer todo lo que uno quiere... libertad
no significa, por así decirlo, tirar por la ventana todo lo que no
nos gusta. La libertad se nos da ¡para que sepamos elegir las cosas
buenas en la vida! María como buena madre nos educa a ser, como
Ella, capaces de tomar decisiones definitivas, en este momento en que
impera, por así decir, la filosofía de lo provisional. Esta tan
difícil comprometerse definitivamente en la vida. Y ella nos ayuda a
tomar decisiones definitivas, con la libertad con la que respondió
sí al plan de Dios para su vida”.
“¡Qué
difícil es, en nuestro tiempo, tomar decisiones definitivas! Nos
seduce lo provisional . Somos víctimas de una tendencia que nos
empuja a lo provisional... Es un poco el encanto de ser adolescentes
toda la vida ¡No tengamos miedo de los compromisos definitivos, de
los compromisos que involucran y abarcan toda la vida! ¡De esta
manera, nuestra vida será fecunda! Y ¡esto es libertad! Tener el
coraje de tomar estas decisiones con grandeza”.
“Toda
la existencia de María es un himno a la vida, un himno de amor a la
vida...La Salus Populi Romani es la mamá que nos da la salud en el
crecimiento, para afrontar y superar los problemas, en hacernos
libres para las opciones definitivas; la mamá que nos enseña a ser
fecundos, a estar abiertos a la vida... a no perder nunca la
esperanza, a dar a los demás , vida física y espiritual. Es lo que
te pedimos esta tarde, Oh María, Salus Populi Romani :danos la
salud... para ser siempre signos e instrumentos de vida”.
Después
de rezar el Rosario, Francisco salió de la basílica y dirigiéndose
a los numerosos fieles que le esperaban en la Plaza ha dicho:
“Gracias `por vuestra presencia en la casa de la mamá de Roma.
Viva la Virgen. Es nuestra Madre. Confiemos en ella porque nos cuida
como una madre buena. Yo rezo por vosotros, pero os pido que recéis
por mí porque lo necesito. Tres “Ave Marías” por mí. Os deseo
un buen domingo. Hasta pronto. Ahora os bendigo a vosotros y a
vuestras familias”.
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