Ciudad
del Vaticano, 26 abril 2013
(VIS).- El camino de la fe no es alienante , es una preparación para
llegar a nuestro destino definitivo. Estas han sido las palabras del
Papa durante la homilía de la misa celebrada esta mañana en la
Casa de Santa Marta y a la que han asistido algunos empleados de la
Tipografía Vaticana, de la Oficina de Trabajo de la Sede Apostólica
(ULSA) y miembros del Cuerpo de Gendarmes.
Francisco
ha comentado la frase que Jesús dice a sus discípulos en el
evangelio de hoy: "No se turbe vuestro corazón". “Son
palabras muy hermosas -ha dicho el Papa- En un momento de despedida,
Jesús habla con el corazón en la mano. Sabe que sus discípulos
están tristes y ... empieza a hablarles de aquel que será su
destino definitivo, el cielo. Les dice “Tened fe en Dios y en mí...
Como si fuera un ingeniero o un arquitecto les dice lo que va a
hacer: “ Voy a prepararos un lugar, en la casa de mi Padre hay
muchas moradas”. Y Jesús va a buscarnos un lugar”.
Preparar
un lugar "es preparar nuestra capacidad de disfrutar de la
oportunidad - nuestra oportunidad - para ver, sentir, entender la
belleza de lo que está por venir, de esa patria hacia la cual
caminamos ... Toda la vida cristiana es un trabajo de Jesús, del
Espíritu Santo, para prepararnos un sitio, para preparar nuestros
ojos para ver.. nuestros oídos para escuchar. Nuestra alma necesita
estar preparada para contemplar el rostro maravilloso de Jesús. Y
sobre todo, preparar nuestro corazón... para amar, y amar más”
En
el camino de la vida - ha reiterado el Pontífice - el Señor
prepara nuestros corazones “con las pruebas, con el consuelo, con
las tribulaciones, con las cosas buenas... Todo el viaje de la vida
es un camino de preparación. A veces el Señor tiene que hacerlo
rápidamente, como hizo con el buen ladrón: tenía sólo unos pocos
minutos para prepararlo y lo hizo. Pero en la vida normal es de otra
forma ¿no?: Es ir preparándose ...para llegar a esa patria, que es
la nuestra”.
Pero
alguno dice “que todos estos pensamientos son una alienación...
que la vida es ésta, lo concreto, y más allá no se sabe lo que
hay.. Jesús nos dice que no es así: "Tened fe en mí también”,
dice . Lo que te digo es la verdad: yo no hago trampas, no te engaño
".
"Prepararse
para el cielo -ha acabado el Obispo de Roma- es comenzar a saludarlo
desde lejos. Esto no es alienante: esta es la verdad; es dejar que
Jesús prepare nuestro corazón para una belleza tan grande. Es el
camino de la belleza, es el camino de regreso a la patria... ¡Que
Dios nos conceda esperanza, valor y humildad para dejar que el Señor
nos prepare un lugar!”
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