Ciudad
del Vaticano, 12 marzo 2013
(VIS).-Los 115 cardenales que eligen al Papa han entrado en la
Capilla Paolina a las 16,15. Allí, el cardenal Giovanni Battista
Re, Decano de la asamblea, haciendo la señal de la cruz ha
pronunciado ante ello las siguientes palabras: "El Señor, que
guía nuestros corazones en el amor y la paciencia de Cristo, esté
con todos vosotros". Tras esta breve oración ha invitado a
todos los reunidos a comenzar la procesión hacia la Capilla Sixtina,
lugar de reunión del Cónclave, diciendo: "Venerables hermanos:
después de haber celebrado el divino misterio, entramos ahora en
Cónclave para elegir al Romano Pontífice. Toda la Iglesia, unida a
nosotros en oración, invoca constantemente la gracia del Espíritu
Santo, para que sea elegido de entre nosotros un digno Pastor de toda
la grey de Cristo. El Señor dirija nuestros pasos en la vía de la
verdad, a fin de que, por la intercesión de la Beata Siempre Virgen
María, de los Apóstoles Pedro y Pablo, y de todos los Santos
hagamos siempre aquello que sea de su agrado”.
Después,
cantando las Letanías de los Santos y precedidos por la Cruz los
purpurados se han dirigido, en procesión, atravesando la Sala Regia,
hasta la Capilla Sixtina. De la procesión formaban también parte
el cardenal no elector Prosper Grech, que imparte la primera
meditación; el Auditor general de la Cámara apostólica, monseñor
Giuseppe Sciacca; el Maestro de las Celebraciones Litúrgicas
Pontificias, monseñor Guido Marini; dos miembros de la Junta de
Protonotarios Apostólicos; dos miembros del Colegio de los Prelados
Auditores de la Rota Romana, dos miembros del Colegio de Prelados de
Cámara, el secretario del cardenal que preside el Cónclave; los
ceremonieros pontificios y los miembros de la Capilla Musical
Pontificia.
A
la entrada de la Sixtina han sido acogidos por el el Prefecto de la
Casa Pontificia, arzobispo Georg Gänswein; el Substituto de la
Secretaría de Estado, arzobispo Angelo Becciu; el Secretario para
las Relaciones con los Estados, arzobispo Dominique Mamberti; el
Comandante de la Guardia Suiza Pontificia, Daniel Rudolf Anrig; los
religiosos y religiosas encargados de la Sacristía; los sacerdotes
confesores; y el personal de servicio autorizado. Guardaban las
puertas de la Capilla Sixtina miembros del Cuerpo de la Guardia Suiza
Pontificia.
Cada
uno de los cardenales ha ocupado entonces el sitial de madera de
cerezo con su nombre, dispuesto según el orden de precedencia:
obispos, presbíteros y diáconos. Todos juntos han entonado el “Veni
Creator”. Terminado el canto, el cardenal Re les ha invitado a
pronunciar el siguiente juramento en latín:
“Todos
y cada uno de nosotros Cardenales electores presentes en esta
elección del Sumo Pontífice prometemos, nos obligamos y juramos
observar fiel y escrupulosamente todas las prescripciones contenidas
en la Constitución Apostólica del Sumo Pontífice Juan Pablo II,
Universi Dominici Gregis, emanada el 22 de febrero de 1996.
Igualmente, prometemos, nos obligamos y juramos que quienquiera de
nosotros que, por disposición divina, sea elegido Romano Pontífice,
se comprometerá a desempeñar fielmente el “munus petrinum” de
Pastor de la Iglesia universal y no dejará de afirmar y defender
denodadamente los derechos espirituales y temporales, así como la
libertad de la Santa Sede. Sobre todo, prometemos y juramos observar
con la máxima fidelidad y con todos, tanto clérigos como laicos, el
secreto sobre todo lo relacionado de algún modo con la elección del
Romano Pontífice y sobre lo que ocurre en el lugar de la elección
concerniente directa o indirectamente al escrutinio; no violar de
ningún modo este secreto tanto durante como después de la elección
del nuevo Pontífice, a menos que sea dada autorización explícita
por el mismo Pontífice; no apoyar o favorecer ninguna interferencia,
oposición o cualquier otra forma de intervención con la cual
autoridades seculares de cualquier orden o grado, o cualquier grupo
de personas o individuos quisieran inmiscuirse en la elección del
Romano Pontífice”.
A
continuación, cada cardenal elector, según el orden de precedencia,
ha jurado, siempre en latín, poniendo la mano sobre el Evangelio
colocado en un atril en el centro de la Capilla Sixtina la fórmula
siguiente: “Y yo, Cardenal (el nombre propio) prometo, me obligo y
juro”, y ha añadido: “Así Dios me ayude y estos Santos
Evangelios que toco con mi mano”.
Cuando
el cardenal James Michael Harvey, último de los electores ha
prestado juramento, el Maestro de ceremonias, monseñor Guido Marini
ha pronunciado la formula tradicional "Extra omnes" y
aquellos que no participan en el Cónclave han abandonado la Capilla
Sixtina cuyas puertas se han cerrado a las
17,35.
Dentro
de la Sixtina, y todavía en presencia del Maestro de ceremonias, el
cardenal Prosper Grech pronunciará la meditación a los cardenales
electos que tiene que versar sobre el grave deber que tienen ante si
de elegir al Papa, moviéndose con rectitud de intención, buscando
solo cumplir la voluntad de Dios, y mirando únicamente al bien de
toda la Iglesia.
Tras
esta exhortación, el cardenal Giovanni Battista Re propondrá al
Colegio de los Electores que accedan, si lo desean, a la primera
elección del Cónclave que en esta primera sesión es facultativa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario