Ciudad
del Vaticano, 8 de julio de 2012 (VIS).-En su primer domingo en
Castel Gandolfo el Papa se asomó a mediodía al balcón del patio
interior del palacio apostólico para rezar el Ángelus con los
fieles allí reunidos. Benedicto XVI comentó el evangelio de San
Marcos que narra la dificultad de los habitantes de Nazareth para
reconocer la divinidad de Jesús y el escándalo que suscitaba entre
ellos que “el carpintero”, hijo de María, que había vivido
entre ellos predicase como un profeta.
A
este respecto el Santo Padre recordó la frase: “Nemo propheta in
patria” (Nadie es profeta en su tierra) y explicó que esa actitud
podía ser comprensible, porque “la familiaridad a nivel humano
hace difícil ir más allá y abrirse a la dimensión divina. Para
ellos era difícil creer que este Hijo de un carpintero fuera Hijo de
Dios”. El mismo Jesús se identifica con los profetas de Israel
recordando cómo los despreciaron. Debido a esta cerrazón espiritual
'no pudo hacer prodigios en Nazareth; sólo impuso las manos a
algunos enfermos y los curó', dice San Marcos. “Efectivamente, los
milagros de Cristo -explicó el Papa- no son una exhibición de
potencia, sino signos del amor de Dios que se cumple allí donde
encuentra la fe del ser humano, en la reciprocidad”.
“Al
estupor de sus paisanos que se escandalizan corresponde la maravilla
de Jesús. ¡También El, de alguna manera, se escandaliza! A pesar
de que sabe que 'nadie es profeta en su tierra' la estrechez de
corazón de su gente sigue siendo oscura e impenetrable para Él.
¿Cómo es posible que no reconozcan la luz de la Verdad? ¿Por qué
no se abren a la bondad de Dios que quiso compartir nuestra
humanidad? De hecho, el hombre Jesús de Nazareth es la transparencia
de Dios; Dios vive en Él plenamente. Y mientras nosotros buscamos
siempre otros signos, otros prodigios, no nos damos cuenta de que el
Signo verdadero es Él: Dios hecho carne, Él es el milagro más
grande del universo: todo el el amor de Dios encerrado en un corazón
humano, en un rostro humano”, concluyó el Santo Padre.
Después
de rezar el Ángelus el Papa, saludando a los peregrinos franceses
dijo: “En este período estival, no dejéis a Dios de vacaciones,
rezad e id a Misa los domingos”.
También
se dirigió a los fieles polacos y recordó a los que participan en
la peregrinación de la Familia de Radio María al santuario de
Jasna Gora (Czestochowa) que rezan “por la patria, la familia y la
libertad de expresión” y saludó a los miembros de la fundación
“Obra del Nuevo Milenio” reunidos en Lublin, junto a creyentes de
diversas religiones, que, esta noche en el ex campo de concentración
de Majdanek rezarán por la paz. “Me uno espiritualmente a estos
actos -dijo- , imploro el bien y la paz para el mundo, para Polonia y
para cada uno de vosotros”.
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