Ciudad
del Vaticano, 19 de junio 2012 (VIS).-Esta mañana
en la Oficina de Prensa de la Santa Sede, ha
tenido lugar la presentación del Instrumentum laboris de la
XIII Asamblea general ordinaria del Sínodo de los Obispos sobre el
tema: “La Nueva Evangelización para la transmisión de la fe
cristiana” (7-28 octubre 2012). Han intervenido el arzobispo
Nikola Eterovic, y el obispo Fortunato Frezza, respectivamente
Secretario General y subsecretario
del Sínodo de los Obispos.
“Los
padres sinodales -explicó el arzobispo Eterovic- deliberarán
sobre la transmisión de la fe cristiana. Se trata
de uno de los grandes desafíos de la Iglesia que será
profundizado en el contexto de la nueva evangelización. La reflexión
sinodal será enriquecida gracias a la relación con el Año de la Fe
que comenzará el 11 de octubre”.
El
Instrumentum laboris, señaló el prelado, consta, además del
Prefacio, de una Introducción,
cuatro capítulos y una Conclusión.
En la Introducción se recoge el parecer de las
Conferencias Episcopales que concordan en “la necesidad de nuevos
instrumentos y expresiones para hacer comprensible la Palabra de Dios
en los ambientes de vida de la humanidad contemporánea. El evento
sinodal tendría que representar una ocasión de debate y de
participación, tanto del análisis como de las acciones que
compartir para alentar a los pastores y a las iglesias particulares”.
De
los cuatro capítulos, en el primero 'Jesucristo, Evangelio de
Dios para el hombre' “se
reitera el núcleo central de la fe cristiana, que
no pocos cristianos ignoran, proponiendo el Evangelio de
Jesucristo como Buena noticia para el hombre contemporáneo (...)
La nueva evangelización es la expresión de la dinámica
interna del cristianismo, que desea dar a conocer a los hombres de
buena voluntad la 'profundidad de la
riqueza, de la sabiduría y del conocimiento'
del misterio de Dios revelado en Jesucristo, más
que una ansiosa respuesta ante la crisis de la fe y los nuevos
desafíos que el mundo actual plantea a la
Iglesia”.
El
segundo; “Tiempo de nueva evangelización”, está
dedicado sobre todo a “señalar
los desafíos actuales a la evangelización y la descripción de la
nueva evangelización. Se trata de los nuevos desafíos a la
evangelización en el mundo contemporáneo, descritos con varios
escenarios. La Iglesia está llamada a discernir tales escenarios
-para transformarlos en lugares para el anuncio del Evangelio y de
experiencia eclesial (...) En la obra de nueva
evangelización, se desea una renovación de la pastoral ordinaria de
las Iglesias particulares y, al mismo tiempo, se espera en una nueva
sensibilidad que requiere creatividad y audacia evangélica, hacia
las personas que se han alejado de la Iglesia”. El arzobispo
mencionó que muchas de las respuestas habían señalado también la
“falta de vocaciones para el sacerdocio y la vida consagrada, que
requiere, por otra parte, una fuerte pastoral vocacional”.
Refiriéndose
al tercer capítulo “Transmitir la fe” , subrayó
que “la finalidad de la nueva evangelización es la transmisión de
la fe. La Iglesia trasmite la fe que ella misma vive y
todos los cristianos están llamados a contribuir (...)
Los obstáculos a la fe pueden ser internos a la Iglesia (una fe
vivida de forma pasiva y privada, el rechazo de una educación de la
fe propia, una separación entre fe y vida) o fuera de la vida
cristiana (la secularización, el nihilismo, el consumismo, el
hedonismo) (...) El Año de la Fe representa un llamamiento
urgente a la conversión para que cada cristiano y cada comunidad,
transformados por la gracia, den abundantes frutos. Entre estos, el
esfuerzo ecuménico, la búsqueda de la verdad, el diálogo
interreligioso, la valentía para denunciar las infidelidades y los
escándalos en la comunidad cristiana”.
El
último apartado “Reavivar la acción pastoral” habla
de “la transmisión de la fe (...)
reproponiendo los instrumentos madurados durante su
Tradición, en particular, el primer
anuncio, la iniciación cristiana y la educación, intentando
adaptarlos a las condiciones culturales y sociales actuales (...)
Habría que entender mejor, desde el punto de vista teológico, la
secuencia de los sacramentos de iniciación cristiana que culmina en
la Eucaristía y reflexionar sobre los modelos para poner en práctica
la profundización deseada”.
En
la Conclusión, se reafirma que “nueva evangelización significa
dar razón de nuestra fe, comunicando el Logos de la esperanza al
mundo que aspira a la salvación”.
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