Ciudad
del Vaticano, 16 de mayo de 2012 (VIS).-El Santo Padre asistió el
miércoles por la tarde, en la Sala Clementina del Palacio
Apostólico, a la proyección de “María de Nazareth”, una
coproducción de Rai Fiction, Lux Vide, BetaFilm, Tellux, Bayerischer
Rundfunk y Telecinco Cinema, dirigida por Giacomo Campiotti.
Al
final de la proyección, el Papa pronunció unas breves palabras
sobre la película, que se centra en tres figuras femeninas
-Herodías, María Magdalena y María de Nazareth- cuyas vidas se
entrecruzan, pero que eligen caminos diversos.
“Herodías
-dijo Benedicto XVI- se cierra en sí misma y en su mundo; no
consigue levantar la mirada para leer los signos de Dios y no se
libra del mal. La de María Magdalena es una vivencia más
complicada: la fascina una vida fácil, basada en las cosas, y se
sirve de diversos medios para lograr sus objetivos; hasta el momento
dramático en que se ve juzgada y se da cuenta de cómo es su vida.
El encuentro con Jesús le abre el corazón y cambia su existencia.
Pero el centro es María de Nazareth, que posee la riqueza de una
vida que ha sido un “Aquí estoy” para Dios: es una madre que
quisiera tener siempre a su Hijo al lado, pero sabe que su hijo es
Dios; su fe y su amor son tan grandes que acepta que se vaya y cumpla
su misión; su vida es un constante “Aquí estoy”, dicho a Dios,
desde la Anunciación hasta la Cruz”.
“Tres
experiencias -concluyó el Papa-, un paradigma de cómo se puede
construir la vida: sobre el egoísmo, el encerrarse en sí mismos y
las cosas materiales, dejándose guiar por el mal; o sobre la
presencia de Dios que vino y permanece entre nosotros, que nos espera
con bondad si nos equivocamos y nos pide que lo sigamos, que nos
fiemos de Él. María de Nazareth es la mujer del completo “Aquí
estoy” para la voluntad divina y, en ese 'Sí' repetido ante el
dolor de la pérdida de su Hijo, encuentra la bienaventuranza plena y
profunda”.
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