CIUDAD DEL VATICANO, 11 ABR 2011 (VIS).-El Santo Padre recibió hoy las cartas credenciales de Filip Vucak, nuevo embajador de Croacia ante la Santa Sede, país que visitará los próximos 4 y 5 de junio.
Refiriéndose a la “belleza de su cultura y a la profundidad de la fe de los antepasados”, el Papa subrayó que “para fortalecer a las generaciones actuales hay que exponer claramente el rico patrimonio de la historia croata y de la cultura cristiana que la han plasmado profundamente y en la que vuestro pueblo se ha apoyado siempre frente a la adversidad”.
Tras recordar que “Croacia pronto se integrará plenamente en la Unión Europea”, Benedicto XVI señaló que “esta integración se debe realizar respetando plenamente las peculiaridades croatas, su vida religiosa y su cultura. Sería ilusorio negar su propia identidad para abrazar otra nacida en circunstancias muy diferentes de las que vieron su surgimiento y su construcción”.
“Al entrar en la Unión Europea -continuó-, su país no será únicamente un receptor del sistema económico y jurídico, con sus ventajas y sus límites, sino que podrá aportar igualmente su contribución típicamente croata. Que no tenga miedo de reclamar con determinación el respeto de su propia historia y su propia identidad religiosa y cultural. Voces lúgubres contestan con asombrosa regularidad la realidad de las raíces religiosas de Europa. Se ha puesto de moda negar la memoria y las evidencias históricas. Decir que Europa no tiene raíces cristianas, es equivalente a afirmar que un hombre puede vivir sin oxígeno y sin alimento. (…) Estoy seguro de que su país va a defender su propia identidad con convicción y orgullo para evitar los nuevos escollos que surjan y que, bajo el pretexto de una libertad religiosa mal entendida, son contrarios al derecho natural, a la familia y a la moral”.
El Papa expresó su satisfacción por el interés del país “para que los croatas en Bosnia-Herzegovina puedan desarrollar el papel que les corresponde como uno de los tres pueblos integrantes del país”. En este contexto, constató que Croacia “aporta su especificidad para facilitar el diálogo y el entendimiento entre los pueblos con diferentes tradiciones, pero que viven juntos desde hace siglos” y animó a “continuar por este camino que consolide la paz en el respeto de cada uno”. Asimismo manifestó su alegría porque Croacia “promueve la libertad religiosa y respeta la misión específica de la Iglesia”.
“Por todas estas razones –dijo finalmente al embajador-, estoy muy contento de poder visitar su país dentro de unas semanas. (…) Como sabe, el tema elegido para el viaje será: “¡Juntos en Cristo!”. (…). Juntos a pesar de las innumerables diferencias humanas, juntos con estas diferencias! (…) En nombre de Cristo, que ha acompañado al pueblo croata durante siglos con bondad y misericordia, deseo alentar a su país y animar a la Iglesia”.
CD/ VIS 20110411 (480)
Refiriéndose a la “belleza de su cultura y a la profundidad de la fe de los antepasados”, el Papa subrayó que “para fortalecer a las generaciones actuales hay que exponer claramente el rico patrimonio de la historia croata y de la cultura cristiana que la han plasmado profundamente y en la que vuestro pueblo se ha apoyado siempre frente a la adversidad”.
Tras recordar que “Croacia pronto se integrará plenamente en la Unión Europea”, Benedicto XVI señaló que “esta integración se debe realizar respetando plenamente las peculiaridades croatas, su vida religiosa y su cultura. Sería ilusorio negar su propia identidad para abrazar otra nacida en circunstancias muy diferentes de las que vieron su surgimiento y su construcción”.
“Al entrar en la Unión Europea -continuó-, su país no será únicamente un receptor del sistema económico y jurídico, con sus ventajas y sus límites, sino que podrá aportar igualmente su contribución típicamente croata. Que no tenga miedo de reclamar con determinación el respeto de su propia historia y su propia identidad religiosa y cultural. Voces lúgubres contestan con asombrosa regularidad la realidad de las raíces religiosas de Europa. Se ha puesto de moda negar la memoria y las evidencias históricas. Decir que Europa no tiene raíces cristianas, es equivalente a afirmar que un hombre puede vivir sin oxígeno y sin alimento. (…) Estoy seguro de que su país va a defender su propia identidad con convicción y orgullo para evitar los nuevos escollos que surjan y que, bajo el pretexto de una libertad religiosa mal entendida, son contrarios al derecho natural, a la familia y a la moral”.
El Papa expresó su satisfacción por el interés del país “para que los croatas en Bosnia-Herzegovina puedan desarrollar el papel que les corresponde como uno de los tres pueblos integrantes del país”. En este contexto, constató que Croacia “aporta su especificidad para facilitar el diálogo y el entendimiento entre los pueblos con diferentes tradiciones, pero que viven juntos desde hace siglos” y animó a “continuar por este camino que consolide la paz en el respeto de cada uno”. Asimismo manifestó su alegría porque Croacia “promueve la libertad religiosa y respeta la misión específica de la Iglesia”.
“Por todas estas razones –dijo finalmente al embajador-, estoy muy contento de poder visitar su país dentro de unas semanas. (…) Como sabe, el tema elegido para el viaje será: “¡Juntos en Cristo!”. (…). Juntos a pesar de las innumerables diferencias humanas, juntos con estas diferencias! (…) En nombre de Cristo, que ha acompañado al pueblo croata durante siglos con bondad y misericordia, deseo alentar a su país y animar a la Iglesia”.
CD/ VIS 20110411 (480)
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