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El 'Vatican Information Service' (VIS) es un boletín informativo de la Oficina de Prensa Santa Sede. Transmite diariamente información sobre la actividad magisterial y pastoral del Santo Padre y de la Curia Romana... []

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martes, 19 de octubre de 2010

RELACION DESPUES DE LA DISCUSION

CIUDAD DEL VATICANO, 19 OCT 2010 (VIS).-Ofrecemos un resumen de la “Relatio post disceptationem”, (Relación después de la discusión), que se presentó ayer por la mañana, durante la undécima Congregación General del Sínodo de los Obispos y cuya traducción al español se hizo pública ayer por la tarde.

I. LA PRESENCIA CRISTIANA EN ORIENTE MEDIO



“El anuncio del Evangelio y el anuncio de Cristo a todos los pueblos es el deber supremo de nuestras Iglesias y de todas las Iglesias. Nuestras Iglesias necesitan despertar de nuevo su celo misionero renovando en nosotros el significado, el ardor, el impulso y el dinamismo misioneros. (…) Es indispensable la formación misionera de nuestros fieles, y sobre todo de nuestros responsables de la vida de la Iglesia”.

“La religión no debe ser politizada, ni el Estado debe prevalecer sobre la religión. (…) Los medios de comunicación modernos (sms, páginas web, internet, televisión, radio) tienen un papel importante en este ámbito. Proporcionan un medio poderoso y valioso para propagar el mensaje cristiano, enfrentándose a los desafíos que se oponen a este mensaje y comunicando con los fieles de la diáspora. Para este objetivo hay que formar a personas en puestos estratégicos. Los cristianos orientales deben comprometerse por el bien común, en todos los aspectos, como han hecho siempre”.

“Las situaciones político-sociales de nuestros países repercuten directamente sobre los cristianos, los cuales sienten de manera más intensa las consecuencias negativas. Aun condenando la violencia venga de donde venga, y apelando a una solución justa y duradera del conflicto israelí-palestino, expresamos nuestra solidaridad con el pueblo palestino, cuya situación actual favorece los fundamentalismos. Pedimos a la política mundial que preste la suficiente atención a la trágica situación de los cristianos de Irak, principales víctimas de la guerra y sus consecuencias”.

“La libertad religiosa es un componente esencial de los derechos del hombre. La falta de libertad religiosa está asociada muy a menudo con la privación de los derechos fundamentales. La libertad de culto es un aspecto de la libertad religiosa. En la mayor parte de nuestros países, está garantizada en la constitución. Pero a pesar de esto, en algunos países ciertas leyes o prácticas limitan su aplicación. (…) La libertad religiosa no es un relativismo que trata igual a todas las creencias. Más bien es el resultado del deber que cada uno tiene de adherir a la verdad, mediante una elección firme de conciencia, y respetando la dignidad de cada persona. (…) La libertad religiosa comporta también el derecho al anuncio de la fe de cada uno, derecho y deber de cualquier religión”.

“La emigración es uno de los mayores desafíos que amenazan la presencia de los cristianos en algunos países de Oriente Medio. (…) Las causas principales de este fenómeno preocupante son las situaciones económicas y políticas, el aumento de los fundamentalismos y la restricción de las libertades y la igualdad, fuertemente agravados por el conflicto palestino-israelí y la guerra de Irak. (…) La emigración es un derecho natural dejado a la libre elección de las personas y las familias, sobre todo para aquellos que se encuentran en situaciones muy duras. Pero la Iglesia tiene el deber de animar a sus fieles a que se queden como testigos, apóstoles y constructores de paz y de bienestar en su país”.

“El peligro que amenaza a los cristianos de Oriente Medio no proviene solamente de su situación de minoría, ni de las amenazas externas, sino sobre todo de su alejamiento de la verdad de su Evangelio, de su fe y de su misión. La duplicidad de la vida es más peligrosa para el cristianismo que cualquier otra amenaza. El verdadero drama del hombre no es que sufra a causa de su misión, sino que ya no tenga una misión y pierda, de este modo, el sentido y el objetivo de su vida”.

II. LA COMUNIÓN ECLESIAL

“Necesitamos valorar mejor, comprender mejor y practicar mejor la unidad de la Iglesia. Es indispensable enseñar la Iglesia como comunión en la catequesis, las homilías, la formación del clero, de los religiosos y religiosas, de los laicos. La comunión está llamada a ser primero afectiva antes de convertirse en efectiva. Es importante cultivar un sentido profundo de la comunión espiritual, de la pertenencia a una misma Iglesia”.

“La “comunión” entre las Iglesias es el primer objetivo y el primer cometido del presente Sínodo. (…) Los pastores deben ayudar a los fieles a conocer, apreciar, amar y vivir la belleza de la variedad plural de la Iglesia, en la unidad y la caridad. (…) Las relaciones inter-eclesiales deben ser fomentadas, no sólo entre las Iglesias “sui iuris” de Oriente Medio, sino también con las Iglesias Orientales y con la Iglesia latina de la diáspora, en estrecha unión con el Santo Padre, la Santa Sede y los representantes pontificios”.

“Es fundamental valorar el papel de los laicos, hombres y mujeres, y su participación en la vida y misión de la Iglesia. Este sínodo debe ser para ellos y para toda la Iglesia una verdadera primavera espiritual, pastoral y social. Necesitamos reforzar el compromiso de los laicos en el trabajo pastoral común de la Iglesia. La mujer, tanto consagrada como laica, debería encontrar en ella su lugar y su misión apropiados”.

“La misión y el ecumenismo están íntimamente relacionados. Las Iglesias Católicas y Ortodoxas tienen mucho en común. (…) Es necesario un esfuerzo sincero para superar los prejuicios, para comprendernos mejor y aspirar a la plenitud de la comunión en la fe, los sacramentos y el servicio jerárquico. Este sínodo debe favorecer la comunión y la unidad con las Iglesias hermanas Ortodoxas y con las Comunidades Eclesiales”.

“Hemos constatado que el ecumenismo está atravesando actualmente una crisis. (…) Es urgente que sea un objetivo primordial en las Asambleas y Conferencias Episcopales. Se ha propuesto la creación de una comisión ecuménica en el Consejo de Patriarcas Católicos de Oriente. Los medios de comunicación deben servirnos para reforzar y vivificar el ecumenismo”.

III. EL TESTIMONIO CRISTIANO, TESTIGOS DE LA RESURRECCIÓN Y DEL AMOR

“Debemos animar a todos los fieles, pero sobre todo a los sacerdotes, religiosos y religiosas, a las personas consagradas y a los responsables de la pastoral y del apostolado, a que sigan las enseñanzas de la Iglesia, a estudiar los documentos del magisterio y que lo hagan, preferiblemente, mediante un estudio común”.

“Se debe reservar una atención especial a la familia, que corre el riesgo de ser desmembrada y minada por la visión relativista occidental y por aquella no cristiana, dominante en nuestra región. Las familias de religión mixta deben ser sujeto de una especial atención pastoral. Los manuales de catecismo deben colmar las lagunas y corregir los errores que se cometen en otros lugares”.

“Se ha sugerido la formación de una comisión para vitalizar y coordinar los medios de comunicación en Oriente Medio. (…) Los medios de comunicación constituyen un medio poderoso para consolidar la comunión”.

“En nuestras Iglesias Orientales, la Liturgia Divina está al centro de la vida religiosa. Juega un papel preponderante en la protección, de la identidad cristiana, acrecentar los miembros de la Iglesia, vivificar la vida de fe. Nos hace conservar y cultivar el sentido de lo sagrado, de los símbolos y de la religiosidad popular purificada y profundizada”.

“El conflicto palestino-israelí afecta a las relaciones entre cristianos y judíos. En varias ocasiones, la Santa Sede ha expresado su posición, manifestando el deseo de que ambos pueblos puedan vivir en paz, cada uno en su patria, con fronteras seguras, reconocidas a nivel internacional. (…) La oración por la paz es muy importante. (…) Nuestras Iglesias rechazan el antisemitismo y el anti-judaísmo”.

“Para lograr un diálogo fructífero los cristianos y los musulmanes deben conocerse mejor. (…) Numerosas iniciativas demuestran la posibilidad de encontrarse y de trabajar sobre la base de los valores comunes (paz, solidaridad, no violencia). (…) Las Iglesias Orientales son las más indicadas para promover el diálogo interreligioso con el Islam. Es un deber que les atañe por la misma naturaleza de su historia, de su presencia y misión. (…) Hay que evitar toda acción provocadora, ofensiva, humillante y todo comportamiento anti-islámico. Para que el diálogo sea auténtico debe llevarse a cabo en la verdad”.

“Occidente ha sido identificado con el Cristianismo y las decisiones de los Estados se atribuyen a la Iglesia. Sin embargo, hoy en día los gobiernos occidentales son laicos y se oponen cada vez más a los principios de la fe cristiana. Es importante explicar esta realidad y el sentido de una laicidad positiva que distingue lo político de lo religioso. En este contexto, el cristiano tiene el deber y la misión de presentar y vivir los valores evangélicos. (…) Debemos dar testimonio de vida en todo momento, evitando el sincretismo y el relativismo, con humildad, respeto, sinceridad y amor”.

CONCLUSIÓN. ¿QUÉ FUTURO PARA LOS CRISTIANOS DE ORIENTE MEDIO?

“Debemos trabajar todos juntos para preparar un nuevo amanecer en Oriente Medio. Estamos sostenidos por la oración, la comprensión y el amor de todos nuestros hermanos y hermanas. No estamos solos. Este sínodo nos lo ha hecho sentir muy claramente”.
SE/ VIS 20101018 (1500)

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