CIUDAD DEL VATICANO, 9 MAY 2010 (VIS).-Después del rezo del Regina Coeli, el Papa dirigió un mensaje al pueblo brasileño, que del 13 al 16 de mayo celebra en Brasilia el XVI Congreso Eucarístico Nacional.
“En el lema del Congreso -dijo el Santo Padre- aparecen las palabras de los discípulos de Emaús “Quédate con nosotros, Señor”, expresión del deseo que palpita en el corazón de todo ser humano. Que todos vosotros, pastores y pueblo fiel, redescubráis que el corazón de Brasil es la Eucaristía. Precisamente es en el Santísimo Sacramento del Altar donde Jesús muestra su voluntad de estar con nosotros, de vivir en nosotros, de donarse a nosotros. Su adoración nos lleva a reconocer el primado de Dios, pues Él puede transformar el corazón de los hombres, elevándolos a la unión con Cristo en un solo Cuerpo.
“De hecho –continuó-, al recibir el Cuerpo del Señor resucitado, experimentamos la comunión con un Amor que no podemos guardar para nosotros mismos: exige que lo comuniquemos a los demás para poder construir así una sociedad más justa. Al aproximarnos a la clausura del Año sacerdotal, invito a todos los sacerdotes a cultivar una espiritualidad profundamente eucarística a ejemplo del Santo Cura de Ars que, buscando unir su sacrificio personal al de Cristo actualizado en el Altar, exclamaba: “¡Qué bien hace un sacerdote al ofrecerse en sacrificio a Dios todas las mañanas!”. A la vez que invoco, por intercesión de Nuestra Señora Aparecida, las mayores gracias del cielo para que, alimentados por la Eucaristía, pan de la unidad, sean verdaderos discípulos misioneros, concedo a todos con gusto la Bendición Apostólica”.
Al saludar posteriormente a los fieles de habla inglesa presentes en la Plaza de San Pedro, Benedicto XVI recordó que el martes 11 de mayo comienza su viaje apostólico a Portugal para celebrar el décimo aniversario de la beatificación de los videntes beatos Jacinta y Francisco. “Rezad por el éxito de este viaje y a cambio aseguro mis oraciones a Nuestra Señora de Fátima por todo el pueblo de Dios”.
ANG/ VIS 20100510 (350)
“En el lema del Congreso -dijo el Santo Padre- aparecen las palabras de los discípulos de Emaús “Quédate con nosotros, Señor”, expresión del deseo que palpita en el corazón de todo ser humano. Que todos vosotros, pastores y pueblo fiel, redescubráis que el corazón de Brasil es la Eucaristía. Precisamente es en el Santísimo Sacramento del Altar donde Jesús muestra su voluntad de estar con nosotros, de vivir en nosotros, de donarse a nosotros. Su adoración nos lleva a reconocer el primado de Dios, pues Él puede transformar el corazón de los hombres, elevándolos a la unión con Cristo en un solo Cuerpo.
“De hecho –continuó-, al recibir el Cuerpo del Señor resucitado, experimentamos la comunión con un Amor que no podemos guardar para nosotros mismos: exige que lo comuniquemos a los demás para poder construir así una sociedad más justa. Al aproximarnos a la clausura del Año sacerdotal, invito a todos los sacerdotes a cultivar una espiritualidad profundamente eucarística a ejemplo del Santo Cura de Ars que, buscando unir su sacrificio personal al de Cristo actualizado en el Altar, exclamaba: “¡Qué bien hace un sacerdote al ofrecerse en sacrificio a Dios todas las mañanas!”. A la vez que invoco, por intercesión de Nuestra Señora Aparecida, las mayores gracias del cielo para que, alimentados por la Eucaristía, pan de la unidad, sean verdaderos discípulos misioneros, concedo a todos con gusto la Bendición Apostólica”.
Al saludar posteriormente a los fieles de habla inglesa presentes en la Plaza de San Pedro, Benedicto XVI recordó que el martes 11 de mayo comienza su viaje apostólico a Portugal para celebrar el décimo aniversario de la beatificación de los videntes beatos Jacinta y Francisco. “Rezad por el éxito de este viaje y a cambio aseguro mis oraciones a Nuestra Señora de Fátima por todo el pueblo de Dios”.
ANG/ VIS 20100510 (350)
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