CIUDAD DEL VATICANO, 28 MAR 2010 (VIS).-Finalizada la solemne celebración litúrgica del Domingo de Ramos, el Santo Padre rezó el Ángelus con los fieles y peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro.
Antes de la oración mariana el Papa recordó que en 1985, en coincidencia con el Año Internacional de la Juventud convocado por la ONU, Juan Pablo II instituyó la Jornada Mundial de la Juventud, que se celebra todos los años el Domingo de Ramos y a la que cada tres años se añade el encuentro mundial de los jóvenes.
"Hace 25 años mi amado predecesor invitó a los jóvenes a profesar su fe en Cristo", dijo Benedicto XVI. "Yo renuevo hoy este llamamiento a las nuevas generaciones para que den testimonio con la fuerza suave y luminosa de la verdad, para que a los hombres y a las mujeres del tercer milenio no les falte el modelo más auténtico: Jesucristo".
Una vez rezado el Ángelus el Papa volvió a dirigirse a los jóvenes. "No tengáis miedo cuando seguir a Jesucristo comporte incomprensiones y ofensas", afirmó. "Servid a Cristo en las personas más frágiles y vulnerables, en particular vuestros coetáneos con dificultades. A este propósito, aseguro una oración especial para la Jornada mundial de las personas con autismo, promovida por la ONU, que tendrá lugar el próximo 2 de abril".
Después, el pontífice habló de Jerusalén, "donde se cumplió el misterio pascual", manifestando su "profundo dolor por los recientes contrastes y tensiones que atraviesa de nuevo aquella ciudad que es la patria espiritual de los cristianos, los judíos y los musulmanes, profecía y promesa de la reconciliación universal deseada por Dios para toda la familia humana".
"La paz -concluyó- es un don que Dios confía a la responsabilidad humana para que la cultive a través del diálogo y el respeto de los derechos de todos, a través de la reconciliación y del perdón. Recemos, por lo tanto, para que los responsables de la suerte de Jerusalén emprendan con valor el camino de la paz y lo sigan con perseverancia".
ANG/JMJ:JERUSALEN/... VIS 20100329 (350)
Antes de la oración mariana el Papa recordó que en 1985, en coincidencia con el Año Internacional de la Juventud convocado por la ONU, Juan Pablo II instituyó la Jornada Mundial de la Juventud, que se celebra todos los años el Domingo de Ramos y a la que cada tres años se añade el encuentro mundial de los jóvenes.
"Hace 25 años mi amado predecesor invitó a los jóvenes a profesar su fe en Cristo", dijo Benedicto XVI. "Yo renuevo hoy este llamamiento a las nuevas generaciones para que den testimonio con la fuerza suave y luminosa de la verdad, para que a los hombres y a las mujeres del tercer milenio no les falte el modelo más auténtico: Jesucristo".
Una vez rezado el Ángelus el Papa volvió a dirigirse a los jóvenes. "No tengáis miedo cuando seguir a Jesucristo comporte incomprensiones y ofensas", afirmó. "Servid a Cristo en las personas más frágiles y vulnerables, en particular vuestros coetáneos con dificultades. A este propósito, aseguro una oración especial para la Jornada mundial de las personas con autismo, promovida por la ONU, que tendrá lugar el próximo 2 de abril".
Después, el pontífice habló de Jerusalén, "donde se cumplió el misterio pascual", manifestando su "profundo dolor por los recientes contrastes y tensiones que atraviesa de nuevo aquella ciudad que es la patria espiritual de los cristianos, los judíos y los musulmanes, profecía y promesa de la reconciliación universal deseada por Dios para toda la familia humana".
"La paz -concluyó- es un don que Dios confía a la responsabilidad humana para que la cultive a través del diálogo y el respeto de los derechos de todos, a través de la reconciliación y del perdón. Recemos, por lo tanto, para que los responsables de la suerte de Jerusalén emprendan con valor el camino de la paz y lo sigan con perseverancia".
ANG/JMJ:JERUSALEN/... VIS 20100329 (350)
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