CIUDAD DEL VATICANO, 7 ABR 2004 (VIS).-En la audiencia general de hoy, celebrada en la Plaza de San Pedro, el Papa habló sobre las celebraciones litúrgicas del triduo pascual, que comienza mañana, durante las que reviviremos "el gran misterio de nuestra salvación".
Juan Pablo II recordó que en la mañana del Jueves Santo el obispo celebra con su comunidad diocesana la Misa del Crisma, en la que se bendicen los óleos. Por la tarde "se conmemora la Ultima Cena, con la institución de la Eucaristía y del Sacerdocio". El gesto del lavatorio de los pies "es un signo del mandamiento nuevo del amor" de Jesús. Después de la misa es tradicional adorar el Santísimo Sacramento hasta el día siguiente.
"El Viernes Santo -continuó- la Iglesia conmemora la pasión y muerte del Señor. La asamblea cristiana está invitada a meditar sobre el mal y el pecado que oprimen a la humanidad y sobre la salvación obrada por el sacrificio redentor de Cristo". En este día se venera la Cruz y se suele hacer el ejercicio piadoso del Via Crucis.
El Papa señaló que el Sábado Santo "se caracteriza por un gran silencio". En este día no están previstas celebraciones litúrgicas, "mientras los fieles, imitando a María, se preparan para el gran evento de la Resurrección". Por la noche tiene lugar "la solemne Vigilia Pascual, la 'madre de todas las vigilias'". La Iglesia, añadió, "medita la gran promesa de la definitiva liberación de la esclavitud del pecado y de la muerte".
"El anuncio de la Resurrección -dijo- irrumpe en la oscuridad de la noche y toda la creación se despierta del sueño de la muerte, para reconocer el señorío de Cristo".
El Santo Padre terminó señalando que estos días "son muy oportunos para una conversión más sincera de nuestro corazón a Aquel que ha muerto por nosotros por amor. Dejemos que María, la Virgen fiel, nos acompañe. Detengámonos con Ella en el Cenáculo y permanezcamos junto a Jesús en el Calvario, para encontrarlo al final resucitado el día de Pascua".
AG/TRIDUO PASCUAL/… VIS 20040407 (340)
Juan Pablo II recordó que en la mañana del Jueves Santo el obispo celebra con su comunidad diocesana la Misa del Crisma, en la que se bendicen los óleos. Por la tarde "se conmemora la Ultima Cena, con la institución de la Eucaristía y del Sacerdocio". El gesto del lavatorio de los pies "es un signo del mandamiento nuevo del amor" de Jesús. Después de la misa es tradicional adorar el Santísimo Sacramento hasta el día siguiente.
"El Viernes Santo -continuó- la Iglesia conmemora la pasión y muerte del Señor. La asamblea cristiana está invitada a meditar sobre el mal y el pecado que oprimen a la humanidad y sobre la salvación obrada por el sacrificio redentor de Cristo". En este día se venera la Cruz y se suele hacer el ejercicio piadoso del Via Crucis.
El Papa señaló que el Sábado Santo "se caracteriza por un gran silencio". En este día no están previstas celebraciones litúrgicas, "mientras los fieles, imitando a María, se preparan para el gran evento de la Resurrección". Por la noche tiene lugar "la solemne Vigilia Pascual, la 'madre de todas las vigilias'". La Iglesia, añadió, "medita la gran promesa de la definitiva liberación de la esclavitud del pecado y de la muerte".
"El anuncio de la Resurrección -dijo- irrumpe en la oscuridad de la noche y toda la creación se despierta del sueño de la muerte, para reconocer el señorío de Cristo".
El Santo Padre terminó señalando que estos días "son muy oportunos para una conversión más sincera de nuestro corazón a Aquel que ha muerto por nosotros por amor. Dejemos que María, la Virgen fiel, nos acompañe. Detengámonos con Ella en el Cenáculo y permanezcamos junto a Jesús en el Calvario, para encontrarlo al final resucitado el día de Pascua".
AG/TRIDUO PASCUAL/… VIS 20040407 (340)
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