CIUDAD DEL VATICANO, 9 FEB 2003 (VIS) - Antes de rezar el Angelus con los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro, Juan Pablo II recordó a los presentes que el 11 de febrero se celebra la Jornada Mundial del Enfermo y pidió también oraciones "por el gran don de la paz".
"La Jornada Mundial del Enfermo -dijo- se celebra el 11 de febrero, memoria litúrgica de la Virgen de Lourdes. Se trata de una ocasión significativa, que ayuda a las comunidades eclesiales a mantener siempre viva la atención con los hermanos y hermanas enfermos y que sufren, e invita a los agentes sanitarios a cuidar con dedicación constante su servicio profesional".
"Como sabéis -prosiguió el Papa- los actos principales de la Jornada este año se desarrollar n en el majestuoso Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción de Washington, capital de Estados Unidos de América. Expreso mi viva gratitud a los que han preparado las diversas manifestaciones de este importante evento eclesial". Juan Pablo II concluyó manifestando su "gratitud especial a los médicos, enfermeros, a los asistentes sociales y a las religiosas que trabajan en el vasto ámbito de la ayuda a los enfermos".
Después el Santo Padre se refirió de nuevo a la situación de Oriente Medio: "En esta hora de preocupación -dijo- todos sentimos la necesidad de dirigirnos a nuestro Señor para implorar el gran don de la paz. Como escribí en la carta apostólica 'Rosarium Virginis Mariae: 'Las dificultades que presenta el panorama mundial en este comienzo del nuevo Milenio nos inducen a pensar que solo una intervención de lo Alto (...) puede hacer esperar en un futuro menos oscuro'. En estos momentos hay varias iniciativas de oración en muchas partes del mundo. Las aliento de corazón e invito a todos a tomar en mano la Corona para invocar la intercesión de la Virgen Santa: 'No se puede, pues, recitar el Rosario sin sentirse implicados en un compromiso concreto de servir a la paz'".
ANG;JORNADA MUNDIAL ENFERMO; PAZ;...;...;VIS;20030210;340;
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