Ciudad
del Vaticano, 9 de junio de 2015 (Vis).-El arzobispo Paul Richard
Gallagher, Secretario para las Relaciones con los Estados, intervino
ayer 8 de junio, en el Seminario de alto nivel ''Construir juntos
sociedades inclusivas: aportaciones al Encuentro de Sarajevo sobre la
dimensión religiosa del diálogo intercultural'', que tuvo lugar en
el Consejo de Europa, en preparación del Encuentro de 2015 dedicado
a ese argumento y que se desarrollará en la capital de Bosnia y
Herzegovina del 8 al 9 de septiembre.
El
arzobispo estructuró su intervención en cuatro tesis: Las
religiones son un sujeto esencial en el ámbito del diálogo
intercultural en el contexto actual de creciente multipolaridad; Las
religiones están llamadas a dar una aportación específica al
progreso de la cultura de los derechos humanos; La libertad de
religión es un elemento clave para el desarrollo de una sociedad
democrática: La promoción y protección del derecho a la libertad
de religión es una tarea fundamental para los estados y las
organizaciones internacionales.
''Los
encuentros abiertos y respetuosos entre las tradiciones religiosas y
entre ellas y el mundo social y político -afirmó- son
fundamentales para la cohesión social. La dimensión religiosa sigue
siendo un punto de referencia para millones de personas en Europa, lo
que afecta a sus decisiones y, en mayor o menor medida, a su
identidad. Es una dimensión que está en continua transformación,
debido a las nuevas formas religiosas de vida y a los profundos
cambios experimentados en las comunidades religiosas que han estado
durante mucho tiempo presentes en Europa. .... Para que el diálogo
intercultural dé sus frutos, debe abarcar no sólo la dimensión
religiosa en general, sino también interactuar con determinadas
confesiones religiosas con todas sus características históricas''.
''Sin
la contribución especial de la perspectiva religiosa sobre la
persona.. toda la cultura de los derechos humanos, incluso los de los
no creyentes, resultaría enormemente empobrecida. No puedo pretender
hablar en nombre de otras culturas religiosas; pero creo que la
contribución específica de la Iglesia Católica a una cultura común
de los derechos humanos es patente, en diversas maneras... En primer
lugar, por la conciencia de una radical igualdad y fraternidad entre
todos los seres humanos creados a imagen y semejanza de Dios. En
segundo lugar, por el reconocimiento del valor de los menores entre
nosotros, de los pobres y los marginados, de la dignidad de toda vida
humana no importa cuán débil o precaria, desde la concepción hasta
la muerte natural. En tercer lugar, por la capacidad de transmitir
una identidad religiosa que es a la vez firme y respetuosa con los
demás, abierta al diálogo con otras religiones y visiones del
mundo. Como puede verse fácilmente, estos son valores universales, y
aunque no son exclusivos de la fe católica, esta última ha ofrecido
y sigue ofreciendo una contribución única...Cada tradición
religiosa puede y debe dar su propia contribución, también cuando
es necesario encontrar una manera de relacionarse honestamente con
otra, abrazando lo bueno que existe en todas las tradiciones e
incluso invitando a la discusión sincera sobre las limitaciones
percibidas en todas las tradiciones del pensamiento , ya sean
religiosas o no''.
''En
el contexto actual de las sociedades multiculturales, el respeto de
la libertad religiosa es uno de los factores fundamentales para
evaluar el estado de salud de una democracia y si ésta puede
considerarse como un verdadero hogar para todos. Promover la libertad
religiosa resulta particularmente importante en la prevención y la
lucha contra el fenómeno de la violencia extremista y la
radicalización, en la que están involucrados los gobiernos y las
organizaciones internacionales , entre ellas el Consejo de Europa''.
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