Ciudad
del Vaticano, 8 mayo 2014
(VIS).-''En la persona de Su Santidad envío un recuerdo lleno de
afecto y respeto a los miembros de la familia del Catolicosado de
todos los Armenios, difundida en todo el mundo. Es una gracia
especial podernos encontrar aquí, cerca de la tumba del apóstol
Pedro y compartir un momento de fraternidad y de oración''.
Este
ha sido el saludo del Papa Francisco a Su Santidad Karekin II
Patriarca Supremo y Católicos de todos los Armenios en el encuentro
que han tenido esta mañana y durante el cual ha recordado cómo los
lazos entre la Iglesia Apostólica Armenia y la Iglesia de Roma se
han consolidado en los últimos años gracias a eventos como el viaje
de Juan Pablo II a Armenia en 2001, la presencia del Patriarca en el
Vaticano en diversas ocasiones como la visita oficial a Benedicto XVI
en 2008 o el inicio del ministerio de Francisco como Obispo de Roma
en 2013.
''Pero
-ha añadido- quiero recordar aquí otra celebración densa de
significado en la que Vuestra Santidad tomó parte: la Conmemoración
de los Testigos de la Fe del siglo XX durante el Gran Jubileo del año
2000. En verdad, el número de discípulos que han derramado su
sangre por Cristo en los trágicos acontecimientos del siglo pasado
es ciertamente superior al de los mártires de los primeros siglos y,
en este martirologio los hijos de la nación armenia ocupan un lugar
de honor. El misterio de la cruz, tan amado por vuestro pueblo,
representado en las espléndidas cruces de piedra que adornan todos
los rincones de vuestra tierra, lo han vivido innumerables hijos
vuestros como participación directa en el cáliz de la Pasión. Su
testimonio, tan alto como trágico, no debe olvidarse''.
''Los
sufrimientos padecidos por los cristianos en las últimas décadas
también han dado una contribución única e inestimable a la causa
de la unidad entre los discípulos de Cristo. Como en la Iglesia
antigua la sangre de los mártires se convirtió en semilla de nuevos
cristianos, así en nuestros días la sangre de muchos cristianos se
ha convertido en semilla de unidad. El ecumenismo del sufrimiento y
del martirio es un fuerte llamamiento a caminar por la senda de la
reconciliación entre las Iglesias, con decisión y confiado abandono
en la acción del Espíritu Santo. Sentimos el deber de recorrer esta
senda de fraternidad también por la deuda de gratitud que tenemos
con el sufrimiento de tantos hermanos nuestros que ha sido salvífica
porqué está unida a la pasión de Cristo''.
A
este propósito el Papa ha saludado a Karekin II por su apoyo
efectivo al diálogo ecuménico y, en particular, a los trabajos de
la Comisión conjunta para el diálogo teológico entre la Iglesia
Católica y las Iglesias ortodoxas orientales, así como por la
notable aportación teológica en esa sede del Catolicosado de todos
los Armenios.
''Recemos
unos por otros -ha concluido el Obispo de Roma- para que el Espíritu
Santo nos ilumine y guíe hacia el día, tan deseado, en que podamos
compartir la mesa eucarística. Y que interceda por el pueblo
armenio, ahora y por siempre, la Toda Santa Madre de Dios''.
Finalizado
el encuentro, el Papa Francisco y Su Santidad Karekin han ido a rezar
juntos en la capilla Redemptoris Mater.
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