Ciudad
del Vaticano, 7 mayo 2014
(VIS).- El consejo, don con que el Espíritu Santo nos capacita para
tomar decisiones concretas siguiendo la lógica de Jesús y del
Evangelio, ha sido el tema de la catequesis del Papa Francisco
durante la audiencia general de los miércoles.
El
Espíritu ''nos ayuda a crecer interiormente y positivamente en la
comunidad y a no caer presa del
egoísmo ni de nuestra forma de ver las cosas''. ''La
condición esencial para conservar este don es la oración'' ha dicho
el Santo Padre, explicando que todos podemos rezar las oraciones que
hemos aprendido de pequeños, pero también dirigirnos a Dios con
nuestras palabras: ''Señor, ayúdame, aconséjame: ¿Qué tengo que
hacer ahora? Y con la oración
hacemos espacio para que el Espíritu venga y nos ayude en ese
momento, nos aconseje que debemos hacer. Nunca tenemos que
olvidarnos de rezar. Ninguno se da cuenta cuando rezamos en el
autobús o por la calle: recemos en silencio.. Aprovechemos estos
momentos para rezar... para que el Espíritu Santo nos conceda el don
del consejo''.
''En
la intimidad con Dios y escuchando su palabra, dejamos de lado, poco
a poco, nuestra lógica personal ... y en nosotros madura una
sintonía profunda con el Señor que nos lleva , en cambio, a
preguntarnos cual es su voluntad. Es
el Espíritu el que nos aconseja, pero nosotros tenemos que dejarle
espacio para que lo haga. Dar espacio y rezar para que nos ayude
siempre''.
Y,
al igual que los demás dones del Espíritu Santo, el consejo es
''un tesoro para toda la comunidad cristiana'', porque el Señor no
nos habla ''sólo en la intimidad del corazón, sino también a
través de la voz y el testimonio de los hermanos... que nos ayudan
a arrojar luz en nuestras vidas y a reconocer la voluntad del
Señor''. Francisco ha recordado a este propósito que una vez en
la diócesis argentina de Luján, un chico ''con tatuajes y
pendientes y todas esas cosas'' le expuso en el confesionario una
situación muy grave diciendo que su madre le había aconsejado que
se dirigiera a la Virgen. ''Era una mujer con el don del consejo -ha
observado el pontífice- Esa madre no sabía como salir del problema
de su hijo pero le indicó el camino acertado... Y efectivamente el
chico me dijo: ''Miré a la Virgen y sentí que tenía que hacer
esto y lo otro''. “Yo no tuve ni que hablar - ha rememorado el
Papa- ya habían dicho todo esa madre y ese hijo. Ese es el don del
consejo y vosotras madres, que ya lo tenéis, pedidlo para vuestros
hijos. El don de aconsejar a los hijos es un don de Dios''.
Francisco
ha concluido citando el Salmo 16 que dice: "Bendeciré a Yahve
que me aconseja; aún de noche me instruye. Tengo siempre presente al
Señor, con él a mi derecha no vacilaré''. ''¡Que el Espíritu -ha
concluido- infunda siempre en nuestros corazones esta certeza y nos
colme así, de su consuelo y su paz y
pedid siempre el don del consejo!''.
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