Ciudad
del Vaticano, 9 abril 2014
(VIS).- 'El pasado lunes, en Homes, Siria, fue asesinado el reverendo
Frans van der Lugt, mi hermano jesuita, holandés de 75 años, que
llegó a Siria hace casi 50 y que se ha comportado siempre bien con
todos, con gratitud y amor, y por eso era una persona amada y
estimada por cristianos y musulmanes -ha dicho el Papa Francisco
después de la catequesis-. Su brutal asesinato me ha llenado de
profundo dolor y he vuelto a recordar a toda la gente que sufre y
muere en ese atormentado país, presa de un conflicto sangriento que
dura desde hace demasiado tiempo y que sigue cosechando muerte y
destrucción. Pienso también en la cantidad de personas
secuestradas, cristianos y musulmanes, sirios y de otros países,
entre los que hay obispos y sacerdotes. Pidamos al Señor que puedan
regresar pronto junto a sus seres queridos, sus familias y
comunidades'.
Con
estas palabras el Santo Padre ha lanzado un llamamiento por el cese
de la violencia en Siria, y ha invitado a todos a unirse a su oración
por la paz. Ha pedido un alto el fuego en especial, a los
responsables sirios y a la comunidad internacional. '¡No más
guerra! -ha dicho- ¡No más destrucción! Hay que respetar los
derechos humanos, atender a la población que necesita ayuda
humanitaria y llegar a la deseada paz a través del diálogo y la
reconciliación'.
No hay comentarios:
Publicar un comentario