Ciudad
del Vaticano, 15 enero 2014
(VIS).- “El Bautismo nos convierte en miembros del Cuerpo de Cristo
y ...nos hace entrar en el Pueblo de Dios, un Pueblo en camino, que
peregrina en la historia”, ha afirmado el Papa Francisco -citando
las palabras del Concilio Vaticano II- durante la catequesis de la
audiencia general de los miércoles, dedicada al primero de los
sacramentos y ha explicado que como la vida se transmite de
generación en generación “también de generación en generación,
a través de la fuente bautismal se transmite la gracia y con ella
el Pueblo de Dios camina en el tiempo, como un río que riega la
tierra y difunde en el mundo la bendición del Señor”.
Los
discípulos “fueron enviados a bautizar y desde entonces hasta hoy
hay una cadena en la transmisión de la fe por el Bautismo y cada uno
de nosotros es un anillo de esa cadena; siempre un paso adelante,
como un caudal que riega. Y asi es nuestra fe, que tenemos que
transmitir a nuestros hijos, a los niños para que ellos, una vez
adultos, puedan transmitirla a sus hijos. Así es el Bautismo.. que
nos hace entrar en este Pueblo de Dios... que camina y transmite la
fe”.
A
través del Bautismo cada uno de nosotros “se convierte en un
discípulo misionero llamado a llevar el Evangelio al mundo. Cada uno
de los bautizados, cualquiera que sea su función en la Iglesia y el
grado de instrucción de su fe, es un sujeto activo de
evangelización...La nueva evangelización debe implicar un
protagonismo de todos … y cada uno de los bautizados. El Pueblo de
Dios es un Pueblo discípulo, porque recibe la fe y misionero porque
la transmite. Esto es lo que hace el Bautismo en nosotros:nos hace
recibir la gracia. Y la fe es transmitir la fe. Todos en la Iglesia
somos discípulos y lo somos siempre, por toda la vida y todos somos
misioneros, cada uno en el lugar que Dios le ha asignado”
Todos-
ha improvisado el Obispo de Roma- el más pequeño es también
misionero y el que parece más grane es discípulo. Pero alguno de
vosotros dirá: “Padre, los obispos no son discípulos,los obispos
lo saben todo; el Papa sabe todo, no es un discípulo. Pues, también
los obispos y el Papa tienen que ser discípulos, porque si no lo son
no hacen bien y no pueden ser misioneros, no pueden transmitir la fe.
¿Lo habéis entendido?. Todos nosotros discípulos y todos nosotros
misioneros”.
“Nadie
se salva por sí solo -ha dicho el Papa a los miles de personas
reunidas en la Plaza de San Pedro- Somos una comunidad de creyentes y
en la comunidad sentimos la belleza de compartir la experiencia de un
amor que nos precede a todos pero que, al mismo tiempo, nos pide que
seamos 'canales' de la gracia... a pesar de nuestras limitaciones y
pecados. La dimensión comunitaria no es solo ...un 'adorno', sino
una parte integral de la vida cristiana ,del testimonio y de la
evangelización”.
Francisco
ha concluido recordando la historia de la comunidad cristiana de
Japón cuya persecución a principios del siglo XVII causó numerosos
mártires, la expulsión del clero y miles de víctimas entre los
fieles, no quedó en Japón ningún sacerdote. La comunidad pasó
entonces a la clandestinidad conservando su fe y sus oraciones “Y
cuando nacía un niño, su padre o su madre lo bautizaban,
porque todos podemos bautizar .. Así, cuando casi dos siglos y medio
después los misioneros regresaron a Japón, miles de cristianos
salieron al descubierto y la Iglesia refloreció. Habían
sobrevivido gracias a su Bautismo. Es algo grande. El pueblo de Dios
transmite la fe, bautiza a sus hijos y sigue adelante. Y habían
mantenido , aunque en secreto, un fuerte espíritu comunitario,
porque el Bautismo los hizo convertirse en un solo Cuerpo en Cristo:
estaban aislados y escondidos, pero eran siempre miembros de la
Iglesia. ¡Podemos aprender mucho de esta historia!”
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