Ciudad
del Vaticano, 14 enero 2014
(VIS).- La Academia Pontificia de las Ciencias celebró ayer en el
Vaticano una reunión sobre la guerra civil en Siria, en la que se
hizo un llamamiento al cese inmediato de las violencias, el comienzo
de la reconstrucción y el inicio del diálogo entre las distintas
comunidades. La reunión, que tuvo lugar una semana antes de la
conferencia de paz de Ginebra, fue abierta por el presidente del
Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso, el cardenal Jean
-Louis Tauran.
En
un comunicado publicado esta mañana se manifiesta la esperanza de
que la conferencia de paz, llamada Ginebra-2, permita "al pueblo
de Siria, la región y el mundo concebir un nuevo inicio y poner fin
a la violencia que ha costado más de 130.000 vidas, dejando en
ruinas y en el caos un hermoso país".
Según
los expertos internacionales que han participado en esta jornada de
trabajo, el primer paso es un alto el fuego y el fin de la violencia:
"todos los combatientes deben deponer las armas, las potencias
extranjeras deben tomar medidas para detener el flujo de armamentos y
su financiación”.
“La
Santa Sede –dice el comunicado- apoya todas las religiones y todas
las comunidades de Siria, con la esperanza de un nuevo entendimiento
y la recuperación de la confianza después de años de violencia
entre comunidades”. Para ello, el diálogo debe centrarse en las
"necesidades urgentes de reconstrucción espiritual y
comunitaria".
Los
participantes de la conferencia expresaron también su preocupación
por la situación de millones de refugiados sirios que "sufren
privaciones extremas potencialmente mortales en términos de
alimentos, saneamiento, electricidad, telecomunicaciones, transporte,
y otras necesidades humanas básicas".
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