Ciudad
del Vaticano, 19 septiembre 2013 (VIS).- El Santo Padre ha recibido a
mediodía en audiencia, en la Sala Clementina del Palacio Apostólico
Vaticano, a los obispos nombrados recientemente que participan en el
congreso promovido por la Congregación para los Obispos y por la
Congregación para las Iglesias Orientales.
Con
las palabras de San Pedro "alimentar el rebaño de Dios que os
ha sido confiado", ha recordado a los presentes: "Estamos
llamados a ser pastores, no de nosotros mismos, sino del Señor, y no
para servirnos a nosotros mismos sino al rebaño que nos ha sido
confiado, servirlo hasta dar la vida como Cristo, el Buen Pastor".
Asimismo ha destacado que la palabra alimentar significa cuidar
habitual y cotidianamente del rebaño.
"De
aquí -ha explicado- nacen tres breves pensamientos". En primer
lugar acoger con generosidad. "Que vuestro corazón -les ha
dicho- sea grande para saber acoger a todos los hombres y mujeres que
encontrareis durante vuestros días y que iréis a buscar cuando
comencéis el camino en vuestras parroquias y en cada comunidad".
En
segundo lugar, caminar junto al rebaño."Caminar con los propios
fieles y con todos los que se dirigirán a vosotros, compartiendo
alegrías y esperanzas, dificultades y sufrimientos, como hermanos y
amigos, pero aún más como padres, que son capaces de escuchar,
comprender, ayudar y orientar". Para ello Francisco les ha
instado a que no olviden el afecto hacia sus sacerdotes "que son
los más cercanos al obispo"; que se mezclen con los fieles para
tener "el olor a rebaño": y que el servicio a este rebaño
sea humilde, austero y esencial. "No seamos hombres con
psicología de príncipes".
“Hombres ambiciosos -ha continuado-
que son esposos de esta Iglesia, a la espera de otra mejor o más
rica. ¡Esto es un escándalo!. Si llega un penitente y te dice: yo
estoy casado, vivo con mi mujer, pero miro continuamente a otra mujer
que es más guapa que la mía. ¿Es pecado, Padre?. El Evangelio
dice: es pecado de adulterio. ¿Existe el adulterio espiritual?. No
lo se, pensadlo vosotros. No esteis a la espera de una mejor, más
importante, más rica. Tened cuidado de no caer en el espíritu del
“carrerismo”. ¡Esto es un cáncer!”.
Por
último, permanecer junto al rebaño. El Papa ha insistido en la
estabilidad de quedarse en las diócesis sin buscar cambios ni
promociones pidiéndoles que, si se ausentan de ellas, sea por poco
tiempo y no una costumbre. "Sed esposos de vuestra comunidad,
unidos profundamente a ella. Os pido, por favor: estad en medio de
vuestro pueblo... evitad el escándalo de ser "Obispos de
aeropuerto"... Sed pastores que acogen con afecto,
misericordia, dulzura y firmeza paterna, con humildad y discreción,
capaces de observar vuestros límites y de tener una dosis de humor".
Al
final, el Santo Padre ha reiterado la necesidad de la paz en Siria y
ha pedido a los presentes que rezasen por él.
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