CIUDAD DEL VATICANO, 2 JUN 2010 (VIS).-El Santo Padre ha enviado un telegrama, a través del cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado, al arzobispo Paul Richard Gallagher, nuncio apostólico en Guatemala, con motivo de la catástrofe causada por el ciclón Agatha, que ha devastado el país ocasionando 150 muertos y numerosos heridos. Sigue el texto:
“Su Santidad Benedicto XVI, profundamente apenado al conocer los desastres naturales que están afectando a esa amada nación, ocasionando víctimas, heridos y numerosos daños materiales, y dejando sin hogar a muchas familias, ofrece fervientes sufragios por el eterno descanso de los fallecidos, a la vez que pide al Señor conceda su consuelo a quienes sufren las graves desgracias e incremente en la comunidad cristiana sentimientos de ardiente caridad, para colaborar en la reconstrucción de las zonas devastadas. Asimismo, exhorta a la comunidad internacional, a las instituciones nacionales y a todos los hombres de buena voluntad a que, movidos por la solidaridad fraterna, presten una ayuda eficaz a ese país para superar estos difíciles momentos”.
“El Sumo Pontífice, además, desea hacer llegar su sentido pésame a los familiares de los difuntos y su paterna solicitud y cercanía espiritual a los heridos y damnificados, a los que imparte de corazón la confortadora bendición apostólica, como signo de afecto al querido pueblo guatemalteco, tan presente en su corazón de pastor de la Iglesia universal”.
TGR/ VIS 20100602 (240)
“Su Santidad Benedicto XVI, profundamente apenado al conocer los desastres naturales que están afectando a esa amada nación, ocasionando víctimas, heridos y numerosos daños materiales, y dejando sin hogar a muchas familias, ofrece fervientes sufragios por el eterno descanso de los fallecidos, a la vez que pide al Señor conceda su consuelo a quienes sufren las graves desgracias e incremente en la comunidad cristiana sentimientos de ardiente caridad, para colaborar en la reconstrucción de las zonas devastadas. Asimismo, exhorta a la comunidad internacional, a las instituciones nacionales y a todos los hombres de buena voluntad a que, movidos por la solidaridad fraterna, presten una ayuda eficaz a ese país para superar estos difíciles momentos”.
“El Sumo Pontífice, además, desea hacer llegar su sentido pésame a los familiares de los difuntos y su paterna solicitud y cercanía espiritual a los heridos y damnificados, a los que imparte de corazón la confortadora bendición apostólica, como signo de afecto al querido pueblo guatemalteco, tan presente en su corazón de pastor de la Iglesia universal”.
TGR/ VIS 20100602 (240)
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