CIUDAD DEL VATICANO, 18 SEP 2004 (VIS).-El Papa se dirigió esta mañana en Castelgandolfo a los obispos de la Conferencia Episcopal del Pacífico, que acaban de realizar su visita "ad limina".
En su discurso, el Santo Padre recordó a los prelados que Jesucristo "sigue dirigiendo su mirada amorosa a los pueblos de Oceanía, impulsándoles a una fe y a una vida aún más profundas en El. (...) Aunque la vida de la Iglesia está llena de signos de crecimiento, no se pueden ahorrar esfuerzos en iniciativas pastorales eficaces para que el Señor sea mejor conocido y amado".
"La vida pastoral vibrante de vuestras diócesis, que describís en vuestros informes -afirmó-, es un signo inspirador para todos. Las celebraciones litúrgicas alegres, la participación entusiasta de los jóvenes en la misión de la Iglesia, el florecimiento de vocaciones, y la presencia palpable de la fe en la vida cívica de vuestras naciones, confirma la bondad infinita de Dios por su Iglesia".
Juan Pablo II se refirió también a las preocupaciones manifestadas por los obispos: "la invasión del laicismo, especialmente en la forma del consumismo y la gran repercusión de los aspectos más insidiosos de los medios de comunicación, que transmiten una visión deformada de la vida, la familia, la religión y la moral, perturban los fundamentos de los valores culturales tradicionales. Ante tales desafíos, los pueblos de Oceanía (...) os miran con gran esperanza, para que seáis ministros sólidos de la verdad y testigos audaces de Cristo. Desean que busquéis nuevos modos de enseñar la fe".
El Papa señaló que los encuentros con los "más estrechos colaboradores -sacerdotes, religiosos, religiosas y catequistas- y los contactos directos con los pobres, enfermos, ancianos, unificarán a vuestro pueblo y enriquecerán vuestra enseñanza gracias al ejemplo concreto que ofrezcáis de una fe humilde y de servicio". Tras hacer hincapié en que los obispos son "los primeros formadores de los presbíteros", el Santo Padre pidió que siguieran con atención los seminarios, proponiendo programas de formación permanente "para que los alumnos construyan su identidad y su personalidad sacerdotal". Asimismo, elogió a los sacerdotes que han dejado su ministerio parroquial para ponerse al servicio de los seminarios, y a los que por distintas razones han abandonado su ministerio, les exhortó a volver a Dios, "que es rico en misericordia".
Después de recordar la labor evangelizadora de los religiosos y religiosas en la región, el Papa afirmó que "los frutos apostólicos, la generosidad en el amor por los pobres, y la capacidad para inspirar vocaciones entre los jóvenes depende de esta gran prioridad: la vida espiritual".
Tras referirse a la labor de catequesis, en la que participa un gran número de laicos, el Santo Padre concluyó: "Cuando los niveles educativos generales en vuestras comunidades suben, es imprescindible que las personas crezcan en su comprensión de la fe y su capacidad para expresar su verdad que libera. En este sentido, estoy seguro de que tendréis en especial consideración el desarrollo de las capellanías universitarias del Pacífico Sur donde muchos de vuestros mejores hombres y mujeres se preparan para ser los futuros responsables de vuestras comunidades".
AL/.../PACIFICO VIS 20040920 (500)
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