Ciudad
del Vaticano, 23 abril 2014
(VIS).- Al finalizar la audiencia general, el Santo Padre lanzó un
llamamiento por los trabajadores de la fábrica Lucchini en la
localidad italiana de Piombino, que hace pocos días cerró a
causa de la crisis dejando sin trabajo a sus empleados. Francisco les
ha pedido que no se desesperen y ha añadido que ''cuando se apaguen
las esperanzas humanas mantengan siempre encendida la esperanza
divina que nunca decepciona''. A los responsables, en cambio, les ha
instado a esforzarse creativa y generosamente ''para reavivar la
esperanza en los corazones de nuestros hermanos y en los de todos
los desempleados que padecen de las consecuencias del despilfarro y
de la crisis económica. ¡Por favor, -ha dicho- abrid los ojos y no
os quedéis con los brazos cruzados!''.
No hay comentarios:
Publicar un comentario