ANGELUS: CRISTO, LUZ QUE TRANSFORMA LAS SITUACIONES DE PECADO

CIUDAD DEL VATICANO, 10 MAR 2001 (VIS) - Esta mañana, antes de rezar el Angelus con los peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro, Juan Pablo II recordó que el ciego del que habla San Juan en el Evangelio de hoy "representa al hombre marcado por el pecado que desea conocer la verdad (...) pero se lo impide un mal congénito".

  "Solo Jesús puede curarlo -prosiguió-. Confi ndose a El, todo ser humano espiritualmente ciego de nacimiento, tiene la posibilidad de 'salir a la luz' nuevamente, es decir de nacer a la vida sobrenatural".

  Después, citando siempre el Evangelio que habla del rechazo de los fariseos a reconocer el milagro de la curación porque Jesús curó al ciego durante el sábado, el Papa dijo: "Para quien encuentra a Jesús no hay vías intermedias: o nos reconocemos necesitados de El y de su luz, o le dejamos de lado. En este último caso, la misma presunción impide tanto a quien se retiene justo ante Dios, como a quien se considera ateo abrirse a la conversión auténtica".
 
  "¡Que nadie se cierre ante Cristo! -concluyó-. El da a quien lo acoge la luz de la fe, luz capaz de transformar los corazones, y por tanto, la mentalidad, las situaciones sociales, políticas y económicas dominadas por el pecado".

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