CIUDAD DEL VATICANO, 5 OCT 2009 (VIS).-Esta mañana, en el Aula del Sínodo, se celebró la primera Congregación General de la II Asamblea Especial para África del Sínodo de los Obispos, presidida por el Papa. Estuvieron presentes 226 padres sinodales.
Refiriéndose a los problemas de África y a como alcanzar los objetivos de reconciliación, justicia y paz, el Santo Padre observó que "si los análisis empíricos son justos, sin embargo los análisis horizontales, aunque se hagan con exactitud y competencia, no indican los verdaderos problemas del mundo si no vemos todo a la luz de Dios".
"Por tanto -añadió-, nuestros análisis son insuficientes si no descubrimos que detrás de todas las injusticias, de la corrupción y de todo este tipo de cosas, hay un corazón que no es recto, un cerrarse a Dios y una falsificación de la relación fundamental sobre la que se basan todas las demás".
El presidente delegado de turno, el cardenal Francis Arinze, prefecto emérito de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos dirigió unas breves palabras al inicio de la sesión matutina.
A continuación, el secretario general del Sínodo de los Obispos, el arzobispo Nikola Eterovic, informó sobre las actividad del consejo de la secretaría general durante el tiempo transcurrido desde la anterior asamblea ( I Asamblea Especial para África del Sínodo de los Obispos, 1994) y la preparación del sínodo actual.
El cardenal Peter Kodwo Appiah Turkson, arzobispo de Cape Coast ( Ghana), relator general del sínodo, leyó la "Relatio ante disceptationem" (informe que precede al debate). Ofrecemos un resumen de su intervención:
I. DE LA PRIMERA ASAMBLEA ESPECIAL PARA ÁFRICA A LA SEGUNDA ASAMBLEA ESPECIAL.
(...) El Papa Juan Pablo II describió el Sínodo, que él mismo concluyó con la promulgación de la Exhortación Apostólica Post-sinodal Ecclesia in África, como un "Sínodo de resurrección y esperanza". Se esperaba que esta asamblea, que fue convocada para combatir la visión pesimista de África que predominaba en el mundo, en un ambiente particularmente desafiante y una situación "lamentablemente desfavorable" en el continente para la misión evangelizadora de la Iglesia en los últimos años del siglo XX, marcara un momento decisivo en la historia del continente".
(...) "La situación del continente africano era enormemente ambivalente y paradójica. La rápida secuencia de acontecimientos tales como la caída del apartheid y el lamentable inicio del genocidio de Ruanda, son ejemplos claros de dicha paradoja. Teniendo en cuenta este aspecto paradójico, en el que el mal y el sufrimiento parecían prevalecer sobre el bien y la virtud, el clima Pascual de la Primera Asamblea Especial para África infundió un mensaje de esperanza en África".
(...) "Este periodo Post-sinodal ha llegado a su décimo cuarto año y aunque la situación del continente, de sus islas y de la Iglesia haya cambiado considerablemente, todavía sigue presentado algunas de las "luces y sombras" que motivaron el primer sínodo. Esta nueva realidad requiere un estudio detallado, en vista de los renovados esfuerzos de evangelización, que llaman al análisis profundo de algunos temas específicos, que son importantes para el presente y el futuro de la Iglesia Católica en el gran continente africano" .
NUEVOS DATOS ECLESIALES Y SOCIALES DEL CONTINENTE
Datos eclesiales
(...) El crecimiento excepcional de la Iglesia en África: En las últimas décadas (incluyendo los años posteriores a la Primera Asamblea Especial para África), se ha hecho habitual hablar del crecimiento excepcional de la Iglesia en África:
-El ascenso de miembros africanos de congregaciones misioneras a posiciones de poder y liderazgo.
-La búsqueda de autosuficiencia por parte de las iglesias locales.
-Un crecimiento visible de las estructuras e instituciones eclesiásticas.
Sin embargo, la Iglesia en África también se enfrenta a duros desafíos:
-Cuando se habla de una Iglesia próspera en África, se olvida mencionar que es casi inexistente en grandes áreas al norte del ecuador. El crecimiento excepcional de la Iglesia en África se encuentra principalmente en el sur del Sahara.
-La fidelidad y el compromiso de algunos religiosos y miembros del clero en su vocación (...)
-La pérdida de miembros que pasan a nuevos movimientos religiosos y sectas. Los jóvenes católicos viajan al extranjero (Europa y América) y regresan no católicos, debido a que no se sintieron a gusto en las Iglesias de esos países.
Datos sociales
(...) En 1963, en una reunión de la Organización para la Unidad Africana (OUA), los líderes africanos decidieron conservar un vestigio del gobierno colonial, manteniendo las fronteras coloniales y la descripción de los estados, a pesar de su carácter artificial. Sin embargo, a esta decisión no le siguió el correspondiente desarrollo del sentimiento nacionalista en el que la diversidad étnica es un enriquecimiento mutuo, y ensalza el bien común nacional por encima de los intereses étnicos. Por consiguiente, la diversidad étnica sigue siendo un hervidero de conflictos y tensiones, que incluso mina el sentimiento de pertenencia común a la Iglesia-Familia de Dios".
"La esclavitud y la esclavización, que el mundo árabe llevó primero a la costa oriental de África, y que los europeos, con la colaboración de los propios africanos, en el siglo XIV incrementaron y extendieron por todo el continente, llevaron a un movimiento migratorio forzado de africanos. En nuestros días, las migraciones voluntarias de hijos e hijas de África hacia Europa, América y Extremo Oriente por distintas razones, les sitúa en una condición servil que exige nuestra atención y nuestro cuidado pastoral".
(...) El periodo que siguió a la I Asamblea Especial para África, es decir, el alba del Tercer Milenio, parece haber coincidido con un deseo emergente en el continente por parte de los mismos líderes africanos de un "renacimiento africano" (...) Los líderes políticos africanos parecen determinados a cambiar la cara de la administración política en el continente; y han encabezado una autovaloración crítica de África , que ha identificado la pobreza y el mal gobierno en el continente como las causas de la pobreza y los sufrimientos de África. Por consiguiente, han preparado el camino del buen gobierno y de la formación de la clase política, capaz de recoger lo mejor de las tradiciones ancestrales de África e integrarlo con los principios de gobierno de las sociedades modernas. Han adoptado un marco estratégico (NEPAD) para orientar las decisiones y guiar la renovación de África mediante un liderazgo político transparente".
"La relación radical entre gobierno y economía es clara; demuestra que un mal gobierno conlleva una mala economía. Esto explica la paradoja de la pobreza de un continente que sin duda es uno de los mejores dotados del mundo. La consecuencia de esta ecuación gobierno-economía es que casi ningún país africano logra cumplir con sus obligaciones presupuestarias, es decir, con los programas financieros nacionales planificados, sin recurrir a ayudas del exterior en forma de obligaciones o préstamos. El hecho de asegurar continuamente los presupuestos nacionales recurriendo a préstamos contribuye a inflar una deuda nacional ya agobiante. La Iglesia universal, junto con la africana, ha lanzado una campaña para eliminarla durante el año del Gran Jubileo".
"Existen algunos fenómenos globales e iniciativas internacionales, cuyo impacto sobre la sociedad africana y algunas de sus estructuras hay que evaluar, ya que además plantean nuevos retos para la Iglesia. Mientras que la importancia cada vez mayor que se da al lugar y al papel que tienen las mujeres en la sociedad representa un feliz desarrollo, el surgimiento global de estilos de vida, valores, actitudes, asociaciones, etc., que desestabilizan la sociedad, son motivos de inquietud. Estos atacan los puntales básicos de la sociedad (matrimonio y familia), reducen su capital humano (migraciones, tráfico de drogas, tráfico de armas) y amenazan la vida del planeta".
"Si bien el continente y la Iglesia todavía no han salido de las dificultades, pueden alegrarse modestamente por sus éxitos y resultados positivos, y empezar a renunciar a las estereotipadas generalizaciones sobre sus conflictos, hambruna, corrupción y mal gobierno. Los cuarenta y ocho países de la zona sub sahariana presentan grandes diferencias por lo que se refiere a la situación de sus iglesias, sus gobiernos y su vida socio-económica. De estas cuarenta y ocho naciones sólo cuatro (Somalia, Sudán, Níger y partes de la República Democrática del Congo) están en guerra actualmente; y al menos dos de ellas a causa de interferencias extranjeras: la República Democrática del Congo y Sudán. Cabe decir que hay menos guerras en África que en Asia. Es cada vez más frecuente que los mercenarios y los criminales de guerra sean denunciados, procesados y perseguidos".
"La verdad es que África ha sido acusada durante demasiado tiempo por los medios de comunicación de todo lo que para la humanidad es repugnante; ha llegado el momento de "cambiar de marcha" y de decir la verdad sobre África con amor, impulsando el desarrollo del continente que llevará al bienestar de todo el mundo . Los países del G8 y los países del mundo tienen que amar a África en la verdad! . Si bien generalmente se considera que ocupa el décimo puesto del ranking de la economía mundial, África representa el segundo mercado mundial emergente después de China. Por esta razón, es el continente de las oportunidades, como la ha definido la cumbre del G8 que acaba de concluir. Es preciso que esto también valga para los pueblos del continente. Se espera que el compromiso en favor de la reconciliación, la justicia y la paz, especialmente de los cristianos por sus raíces en el amor y la misericordia, restablezca la unidad de la Iglesia-Familia de Dios en el continente y que ésta, como sal de la tierra y luz del mundo, cure a los corazones humanos heridos, último refugio para las causas de todo lo que desestabiliza al continente africano . De este modo, el continente y sus islas comprenderán las oportunidades y los dones que Dios les ha dado".
II. DE SER "FAMILIA DE DIOS (EVANGELIZADORES) A SIERVOS (MINISTROS=DIAKONOI) DE LA RECONCILIACIÓN, DE LA JUSTICIA Y DE LA PAZ"
"La "Paz" no tiene sólo un sentido secular, esto es, la ausencia del conflicto, la presencia de armonía en el hogar y en la familia , la seguridad y la prosperidad individuales y colectivas. (...) La "Paz" trasciende, esencialmente, el mundo y los esfuerzos humanos . Es un don de Dios. (...) Es una acto que va más allá de la justicia en sentido estricto y requiere amor. Ésta deriva de la comunión con Dios, y está orientada hacia el bienestar del hombre (humanidad)".
III. DE SER ATESTIGOS DE CRISTO A SER "SAL DE LA TIERRA Y ALUZ DEL MUNDO"
"Cuando el Sínodo exhorta a la Iglesia en África a ser Aservidores de la reconciliación, de la justicia y de la paz" como "sal de la tierra", (...) hace uso de un símbolo polivalente para expresar las diferentes tareas y necesidades del ser discípulos y ser Iglesia (familia de Dios) en África".
"En el Continente, parte del cual vive bajo la sombra de los conflictos y de la muerte, la Iglesia debería sembrar semillas de vida, a través de iniciativas que generen vida. Ésta debe preservar el Continente y su gente de los efectos destructivos del odio, la violencia, la injusticia y el etnocentrismo. La Iglesia debería purificar y sanar las mentes y los corazones de los comportamientos corruptos y malvados; y aplicar el mensaje de vida del Evangelio para mantener vivos el continente y su gente".
Conclusión: ¿Qué tierra? ¿Qué mundo?
"En este Sínodo, la tierra y el mundo, para los cuales los católicos del continente y sus islas deben ser "sal" y "luz", como "siervos de reconciliación, justicia, y paz", son el África de nuestros días", (...) que construyan la Iglesia de África como una verdadera familia de Dios, a través del ministerio de la reconciliación, la justicia y la paz ejercidos en el amor, a semejanza de su maestro".
SE/PRIMERA CONGREGACION/... VIS 20091005 (1900)