CIUDAD DEL VATICANO, 14 ENE 2006 (VIS).-Siguiendo una tradición anual, Benedicto XVI recibió hoy al dirigente general y a los agentes de la Inspección de la Seguridad Pública de Italia ante el Vaticano, que garantizan la seguridad en la Plaza de San Pedro y en sus alrededores.
El orden y la seguridad, afirmó el Papa, "exigen preparación técnica y profesional, además de paciencia, vigilancia constante, cortesía y espíritu de sacrificio".
El Santo Padre recordó "el gran esfuerzo" de los agentes de la Inspección y de los otros miembros de las fuerzas armadas italianas durante la enfermedad, muerte y funeral de Juan Pablo II "y con ocasión de mi elección a la sede de Pedro. Aprovecho este encuentro -continuó- para renovar mi agradecimiento más sincero y el de mis colaboradores a todos los que en aquellas circunstancias históricas ofrecieron su contribución para que todo se desarrollase con orden y tranquilidad, y el mundo entero pudo admirar la eficacia de la organización".
Tras hacer hincapié en la importancia de "trabajar siempre en armonía y con sincera cooperación", el Papa dijo: "Las familias, las comunidades, las diversas organizaciones, las naciones y el mismo mundo serían mejores si, como en un cuerpo sano y bien compaginado, cada uno de los miembros realizase con atención y altruismo el propio deber, por pequeño o grande que sea".
Benedicto XVI terminó pidiendo abrir "el corazón a Cristo y acoger con confianza su Evangelio, preciosa regla de vida para quienes buscan el verdadero sentido de la existencia humana".
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